viernes, 15 de julio de 2016

“No hay educación en México, sólo nos enseñan a ser domesticados”: Ernesto Partida

  • “Debemos aportar nuestro granito de arena para poder crear un México más benéfico para todos”: Renato Consuegra

Ciudad de México.- La educación en nuestro país no está hecha para educar, más bien se nos domestica para ser esclavos, destacó el escritor Ernesto Partida Pedroza durante la presentación de su libro "Historias para inspirarse. ¿Cómo hacer de México una potencia Mundial?”, que se llevó a cabo en el Antiguo Palacio del Arzobispado, ahora sede del Museo de la SHCP en la Ciudad de México.

Partida Pedroza opinó que los maestros no conocen el efecto del arte en sus alumnos, por eso propone algunos recursos para enfrentar los distintos problemas de México, como a través de la música, danza y demás artes: “Tan sólo en la Ciudad de México existen más de 200 museos, pero actualmente no se ha abierto ningún Museo de la Educación. En mi libro explico cómo se crea este museo de tal forma que ayude a comprender mejor el proceso educativo”, indicó el autor.

También propone en su libro la creación del Museo del Periodismo Interactivo: “Ya existe el Museo del Periodismo en Guadalajara, pero aborda sólo la historia del periodismo de esa ciudad y no hay una demostración de cómo ha sido su evolución, en detalle, ni mucho menos explica el periodismo del futuro”, expresó Partida.

El escritor realizó una crítica sobre el papel de los medios de comunicación cuando aportan noticias negativas como las referentes y constantes sobre inseguridad o narcotráfico: “Los medios promueven más las imágenes escandalosas que alguna intención de querer cambiar algo. Deberían ser promotores de la educación, la cultura, y de todas las cosas buenas que pasan en nuestro país”, destacó el autor.

Por otra parte, la obra de Partida Pedroza destaca cómo aprovechar los recursos económicos y sociales de, por brindar un ejemplo, Tepoztlán, de lo que se puede mejorar en casi todos los pueblos mágicos del país: “Este pueblo mágico puede ser aún más enriquecedor si se adoptan planes de turismo cultural, en los últimos años se han creado proyectos en ese sentido, pero desafortunadamente los habitantes no han permitido la innovación debido al temor de que se rompan las tradiciones y costumbres de la localidad”, indicó Partida Pedroza.

El libro también aporta la idea de la creación del Museo de Ética y Civismo para conformarlos como parte de un corredor turístico y cultural-económico en Sinaloa. “Estoy seguro que si esto se estableciera, podría resolver muchos problemas de violencia en aquel estado”, expresó el autor.

Para cerrar las propuestas de su texto el autor realiza una entrevista imaginaria al presidente independiente del 2018, quien debería operar o funcionar como un director de orquesta, pues al parecer del autor, los directores de orquesta ejemplifican la capacidad de resolver problemas fuertes para lograr un resultado armónico al tener la capacidad de formar un grupo con diversas funcionas. El presidente debe estar constantemente preparado para dirigir a maestros en su instrumento, es decir, en su especialidad.

Durante la presentación del libro, el director de la Agencia Difunet, Renato Consuegra detalló que "Historias para inspirarse. ¿Cómo hacer de México una potencia Mundial?”, es un compendio de reflexiones e ideas que permitirán llegar a acciones concretas en beneficio de la sociedad.

“México tiene gente con gran talento cuyas ideas y propuestas desafortunadamente no ha podido permear”, expresó Consuegra, al referirse a las propuestas realizadas en el libro de autor de Partida Pedroza.

El también periodista y ganador del Premio Latinoamericano de Periodismo en 1996, apuntó que en el libro se aborda también otros rubros importantes que han estado en el olvido de las políticas públicas o proyectos sociales, como el tratamiento a los reos, quienes son personas que cometieron errores, pero que deberían ser readaptados para continuar sus vidas de manera lícita y útil a la sociedad, a través de que el sistema brinde a los infractores apoyos en los que se involucren psicólogos, sociólogos, trabajadores sociales, abogados y personal administrativo con el objetivo de restablecer el tejido social del que provienen los habitantes de las cárceles, falla que tanto hiere a México.


“Este libro es una invitación a reflexionar sobre lo que hemos estado haciendo mal, pero no por ello, debemos quedarnos con los brazos cruzados, sino que desde nuestras trincheras debemos aportar nuestro granito de arena para poder crear un México más benéfico para todos”, indicó Consuegra. 

Algo más que palabras

Las graves tragedias del mundo actual

Víctor Corcoba Herrero/ Escritor 
Son tan profundas las tragedias del  mundo presente que deberíamos hacer algo por aminorar el aluvión de sufrimientos. Ciento treinta millones de personas, en cuarenta países, necesitan hoy asistencia para sobrevivir. Ante esta dura realidad, convendría que nos preguntáramos: ¿y esto por qué sucede? Pues, por lo mismo de siempre, no puedes esperar construir un planeta más habitable sin mejorar la convivencia de las personas. Vale la pena defender una ciudadanía en valores y censurar a los destructores de vidas, sean del reino que sean. El día que el mundo coexista de la mano de los que lo embellecen, seguramente dejaremos tantas inútiles conquistas y trazaremos otros modos de vivir y otras maneras de ser. Para desgracia nuestra,  los que nos gobiernan suelen ser una generación de endiosados, más insensibles que las piedras, ya que tampoco suelen escuchar los gritos y sollozos de una buena parte de la ciudadanía, excluida de toda existencia como si fuese un mero producto de desecho. Lo malo de todo este volcán de conflictos, es que cada día aumentan los moradores hambrientos de esperanza, dignidad y sosiego. No es de recibo que nuestra propia especie obligue a su mismo linaje a vivir en condiciones inhumanas, a perpetuarse entre bombas o a subsistir entre discriminaciones.

Está visto que el mundo requiere menos armas y más alma, más ética y menos injusticias. No se puede dar pan por el día y por la noche golpear corazones. Considero, por tanto,  un acto de buen hacer que la comunidad internacional apoye las conversaciones de paz para construir gobiernos de proyección universal; pero, aún sería mejor, acciones encaminadas a compartir, a dar a cada cual lo preciso para poder realizarse como ser humano. Me parece justo luchar por la ecuanimidad, ser conciliadores, porque al fin todos hemos de reconciliarnos hasta con nuestro propio caminar. Bajo este contexto, también el número de desplazados y refugiados por la violencia en Centroamérica ha aumentado en los últimos años a niveles solamente comparables con la década de los ochenta, en que la región fue azotada por conflictos armados, tal y como reconoce la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Realmente, es tan fuerte la magnitud del problema, que la intimidación y la persecución de grupos criminales, proveídos de todo tipo de artefactos, se han convertido, junto con la pobreza y el desempleo, en las causas principales de los flujos de refugiados y migrantes procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras.

Por otra parte, agregado a esta atmósfera de terror y fanatismo, deberíamos adquirir otros hábitos de consumo que pensasen más en nuestros análogos desperdigados por todo el planeta. Pongamos por caso, los alimentos que se desperdician en América Latina, que podrían alimentar a trescientos millones de almas de otras latitudes. Deberíamos pensar más en esto, porque es la vida compartida con los que nada tienen lo que verdaderamente nos transforma, ayudándonos a redescubrir y vivir esta dimensión de la solidaridad, la fraternidad, la ayuda y el apoyo mutuo. No me cansaré de repetirlo. Nada somos por sí mismos. De ahí la importancia de la compasión frente a tantas tragedias que podríamos solventar, si avivásemos otro ambiente más armónico en todo el mundo. Ya está bien de sembrar tanta crueldad unos contra otros, de injertar tanto rencor por cualquier esquina del camino, en lugar de mejorar y desarrollar las riquezas del mundo sensible, de buscar la verdad y practicar la bondad, que es lo que ciertamente nos realza como ciudadanos del mundo.


Sin duda, el foco de la humanidad tiene que abrazar sobre todo a las poblaciones más vulnerables. Precisamente, la propuesta de observar el Día Mundial de la Población (11 de julio), cuestión que partió del Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en 1989, nace como deseo de injertar expectativas, asignando la máxima prioridad a las personas. No olvidemos que la ilusión germina de nuestra propio proceder, es la vida misma resguardándose de nuestras viles hazañas, que son muchas, y siempre tormentosas para todos. Al fin y al cabo, el ser desamparado no tiene otra medicina que el anhelo del cambio. Y con él, sueña hasta despierto cada amanecer. No trunquemos sus alas.