jueves, 24 de agosto de 2017

Algo más que palabras

 Por un estado de ánimo más armónico
               
El ser humano tiene que despertar y hacer posible un mundo libre y responsable. No puede fermentar esa tensión de aborrecimiento y venganza por mucho tiempo. Lo prioritario, a mi juicio, radica en la entrega de armas y en volcarse hacia otros horizontes, con otros abecedarios más del corazón que del cuerpo. Necesitamos oírnos todos, escucharnos más y sentir los efectos armónicos de la naturaleza. Precisamente, mi apuesta vertida en este artículo, pasa por el deseo de una sociedad hermanada, respetuosa consigo mismo y el entorno, para que todos podamos confraternizarnos amigablemente. Por tanto, este diálogo, más de comunicación espiritual que mundano, supone en cada ser humano, un estado de ánimo más níveo que mercantil, puesto que en lugar de buscar el provecho de unos pocos, ansía disponer de una comunión de fuerzas, sentimientos y convicciones.

Despojémonos, entonces, de esa plática interesada, más política que poética, pues de lo contrario no sería hiriente ni ofensiva. Ahí está la falta de sinceridad y compromiso, de algunos moradores, muchos de ellos líderes de gobiernos, que sabiendo que las tragedias humanas y medioambientales resultantes de los ensayos nucleares justifican la necesidad de celebrar el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares (29 de agosto), sin embargo, el instrumento internacional que las impediría, el Tratado de prohibición completa (de 1996), desafortunadamente, no ha entrado en vigor todavía. Está visto que nos falta coraje para activar esa verídica concordia, que para nada necesita artefactos, sino abrazos de unos y de otros. Llevamos diecisiete años de conmemoraciones, y aún no hemos sido capaces de alcanzar y mantener un mundo libre de armas. Repensemos la situación, hablemos claro y profundo, consensuemos posturas, al menos para no despilfarrar recursos.

Uno de los deseos más hondos del corazón humano es el sosiego, para conformar esa familia humana que todos requerimos, y que debe conquistarse, no por las finanzas, sino por el espíritu de transparencia y honradez. Mientras las Naciones Unidas confían en que algún día desaparezcan de la faz de la Tierra todas las armas nucleares, yo tengo la sensación de que la supervivencia de la especie humana estriba en ir más allá de ese objetivo y en garantizar que nos cohabite un mundo más justo, menos alocado, con un impulso más interno y fraterno. Es nuestra responsabilidad, en consecuencia, propiciar otros horizontes más verdaderos y menos excluyentes. Ya lo sintetizó en su tiempo, el Papa Pablo VI, en su encíclica Populorum progressio: “El desarrollo es el nuevo nombre de la paz”.

Ojalá nos iluminemos y calentemos como lo hacíamos en casa de mis abuelos, a la luz de una vela, con el espíritu de la lectura y el talante del diálogo entre todos. Cómo echo de menos aquellas tertulias de familia, en las que yo era lector y oído preferente, en parte porque algunos no sabían ni leer, pero tenían la cátedra de la vida armonizada en sus habitaciones interiores. Con el paso de los años, me he dado cuenta que su estado era más armónico, más feliz que el nuestro, aunque lo tengamos todo. Justo, en esta época en la que todo está globalizado, pero no hermanado, sino más bien enfrentado, urge una renovada toma de conciencia que nos regenere y reconcilie. Si antaño la cuestión social tomó una dimensión mundial, en este instante preciso considero que hacen falta que los apoyos morales se enraícen y den sus frutos de inserción en un mundo sin barreras, en el que toda la humanidad se sienta parte del mismo. La cuestión es que nos falta el deber de hospitalidad y nos sobra el egoísmo, ese que hace que los gobernantes antepongan su éxito personal a su obligación social, lo que nos impide pasar al entusiasmo de la acción, en parte porque andamos ausentes de ese amor desinteresado y servicial.

Desde fuera no se calma el mundo, es menester hacerse una piña con nuestros análogos, hasta el extremo de ponernos a su servicio. Atrapados en contiendas que no han provocado, millones de personas se ven obligados a esconderse o a huir para salvar sus vidas. Esta es la triste realidad, con la que no podemos quedar de brazos cruzados. No se puede normalizar lo que es violencia, porque nada resuelve ni tampoco disminuye sus consecuencias trágicas. En un momento de tantas dificultades, en que la irracionalidad es práctica común, junto a la violación de los derechos humanos, no podemos quedar pasivos, sino responder de forma concreta, teniendo en cuenta que unidad y diversidad han de conjugarse para crecerse y recrearse, para reducir las injusticias que nos afectan a todos. Por si fuera poco el desorden, vivimos en una cultura de la falsedad permanente, donde gobierna la hipocresía, mientras ha decaído el valor de hacer familia, como base de convivencia y garantía contra la desintegración social. Lo que no ha menguado es esta vida fragmentada, que genera ansiedad y zozobra, poniéndonos en peligro de agotamiento. Ciertamente, cuesta entender la locura de algunos seres humanos dispuestos a truncar vidas humanas, a destruir toda esperanza, a arruinar existencias sin miramiento alguno.  Ahora sabemos, que los cinco miembros de la célula terrorista abatidos en Cambrils (Cataluña) por los Mossos d'Esquadra se desplazaron en un Audi A3, a esta localidad española, no para atropellar a personas, sino con la intención de acuchillar a todos los viandantes del paseo marítimo que se encontraran a su paso. Ante este panorama sólo cabe recordar que se haga justicia, y ver donde hemos fallado como civilización pensante.

Es evidente, que el terror es un naciente del rencor, que desprecia toda vida, cualquier vida, y que es un auténtico crimen contra la humanidad, pero esto no puede modificar nuestro comportamiento de ser personas de bien y bondad. No le demos al mundo, por ello, más armas, sino otra sabiduría más armónica, promoviendo una nueva poética humana de desprendimiento y auxilio. Nos lo advertía hace unos días, el Secretario General de Naciones Unidas, destacando que más de sesenta y cinco millones de personas han sido obligadas a salir de sus hogares a nivel mundial y que países como Iraq, Siria, Sudán del Sur, Yemen, la República Democrática del Congo y Nigeria enfrentan situaciones humanitarias críticas. Comprometámonos como humanos que somos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proteger a las mujeres, las niñas, los hombres y los niños que están en la línea de fuego, al menos para injertarles esperanzas de que el futuro será mejor. No olvidemos que podíamos ser alguno de nosotros y que lo armónico es para vivirlo en conjunto.

En  cualquier caso, para forjar este clima general de paz, no hace falta fabricar más armas, sino activar otros sentimientos y poner voluntad de lograrla. Para Madre Teresa de Calcuta, misionera de origen albanés naturalizada india (1919-1997), la paz comenzaba con una simple sonrisa, o lo que es lo mismo, con un estado de ánimo conciliador. Ahora bien, bajo ese temple hay que poner raciones de equidad, dotes de verdad para sentirnos libres; a la vez, que razones de ecuanimidad y solidaridad; y, así, poder sentirse satisfecho de uno mismo. En su tiempo, ya el poeta italiano Petrarca (1304-1374), comentaba de los cinco enemigos de lo armónico que viven entre nosotros y que eran: el miedo, la avaricia, la envidia, el odio y el orgullo. Él nos recomendaba eliminarlos y que tendríamos de este modo la paz permanente. Desde aquí, yo también propongo, hacer eso, y además, quitarnos todas las corazas, abrirnos el corazón y destruir todas las espadas. Salgamos con el verso y la palabra únicamente a reconstruir el mundo. Yo mismo llegué a la poesía por los caminos del amor, pues al fin, como digo en uno de mis últimos desahogos: … nada soy: si el amor no vive en mí y yo vivo en el amor. ¡Mueran las armas! ¡Florezca el corazón!



Víctor Corcoba Herrero/ Escritor

Corrupción en vía pública en la delegación Tlalpan, consentida por funcionario Carlos Ulloa

  • La comerciante en vía pública Juana Inés Reyes Olvera es trabajadora dentro del personal técnico administrativo de la delegación y expande su liderazgo en la calle gracias a la protección de Carlos Alberto Ulloa, director General de Servicios Urbanos de la demarcación y la fuerza e impunidad de su cónyuge Guillermo Juárez quien "hace trabajos" sin pertenecer a la estructura de gobierno, golpeando a vecinos que quieren ejercer el comercio


Ciudad de México.

La corrupción permitida y/o fomentada desde las mismas estructuras de gobierno tiene su ejemplo en la Delegación Tlalpan encabezada por Claudia Sheimbaun, donde una funcionaria pública es a la vez comerciante en vía pública y líder de un grupo que se pretende adueñar de un tramo de espacios en prolongación Miramontes y María Auxiliadora, con la venia y el apoyo del director General de Servicios Urbanos, Carlos Alberto Ulloa, a través del cónyuge de la misma que se ha convertido en todo un golpeador.


Lo anterior fue conocido cuando el pasado 10 de agosto, el vecino de la delegación Tlalpan, Juan Carlos Colín Segura se presentó ante la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común para denunciar que Juana Inés Reyes Olvera, su hija y su esposo Guillermo Juárez los insultaron y golpearon a él y a su hija, quienes estaban vendiendo tacos en un triciclo.

Juan Carlos Colín dijo que frente a la necesidad por haberse quedado sin trabajo decidió salir a vender tacos entre las 6 y 10 de la mañana, para poder alimentar a su familia, pero ese día, sin ningún documento, requerimiento o notificación por parte de la delegación Tlalpan, que no fueran las amenazas, palabras soeces y empellones, fueron retirados por las estas personas.

Guillermo Juárez, dio a conocer el vecino de este lugar, Juan Carlos Colín, llegó a bordo de una camioneta blanca con placas 65-VFG con logotipos de la delegación Tlalpan a cargo de la dirección General de Servicios Urbanos que encabeza Carlos Alberto Ulloa. Además, el personaje, a pesar de no tener un cargo en la estructura de gobierno delegacional, portaba un chaleco con las insignias de la demarcación.


Por otro lado, Juana Inés Reyes Olvera tiene un puesto en la vía pública, actualmente lidera a ocho comerciantes más y con base en la fuerza física e impunidad que le da pertenecer a la estructura delegacional y la cobertura de Carlos Alberto Ulloa con quien se le ve en las fotos anexas, junto con su cónyuge pretenden expandir su grupo, demostrando así la corrupción que existe en la estructura delegacional desde donde seguramente Ulloa y hasta la misma Claudia Sheimbaun podrían llevar su tajada.

Bomberos, que Dios los acompañe, hoy mañana y siempre: Montalvo Hernández


Valle de Chalco Solidaridad, México.
“No hay razón para entrar en una casa en llamas, cuando todos quieren salir. No hay razón para ser bombero, porque para ser bombero no se necesita razón, se necesita corazón”. Con estas citas, el Heroico Cuerpo de Bomberos, de esta municipalidad, festejo el 144, aniversario nacional, destacando en su actividad, valor, honestidad y lealtad.


El Arquitecto Ramón Montalvo Hernández, Presidente Municipal Constitucional, reconoció públicamente la importancia de la labor de los “traga humo”, en bien de la sociedad, realizada con dedicación, y esfuerzo. Enfatizando, que aun conscientes de que en cada servicio de auxilio a la población ponen en riesgo su vida, su atrevimiento y valentía no hay forma de pagarlo.


Recordando, y mostrando su gratitud, a los vulcanos, el jefe de gobierno vallechalquense, cuando en el año 2015, fue objeto de artero atentado, en el cual estuvo a punto de perder la vida, quienes primero se presentaron a auxiliarlo, precisamente fueron gentes de Protección Civil y Bomberos, gracias a su oportuna intervención se encuentra con vida, detalló. Montalvo Hernández, Posteriormente juntamente con integrantes del cabildo procedió a entregar a los valerosos elementos un reconocimiento por llevar a cabo con esmero su encargo, de salvar vidas.  


Por su parte el comandante Miguel González Vázquez, dio pase de lista de Bomberos caídos en cumplimiento de su deber.

En su intervención Pablo González Carrillo, director de Protección y H. Cuerpo de Bomberos acantonados en la jurisdicción, aclaro que, la altruista corporación, se creó desde 1994, o sea hace 23 años, desde la erección de Valle de Chalco Solidaridad como municipio, siendo conformado por hombres voluntarios deseosos de servir desinteresadamente a una población que se fijó la meta de edificar un hogar digno para su familia.

Destacando que afortunadamente, para ellos y la población, hoy el gobierno vallechalquense es presidido por un hombre con sentido humano y espíritu de servicio, como lo es Ramón Montalvo Hernández, quien se ha ocupado por proporcionar el equipo apropiado para efectuar su lucha contra siniestros que la sociedad les demande, enfatizo. El jefe de los traga humo, González Carrillo.