Ciudad de México
Vecinos de los diversos barrios que conforman la demarcación
de Xochimilco se oponen al funcionamiento de una estación de abastecimiento de
gas natural instalada en la avenida División del Norte 5550, en las
instalaciones del Centro de Transferencia Modal (CETRAM) Xochimilco y exigen
que ésta sea reubicada por el riesgo que representa para ellos al convertirse
en una bomba de tiempo.
En el entendido de que el CETRAM Xochimilco es un espacio
administrado por el Gobierno de la Ciudad de México, los vecinos elaboraron y
dirigieron un oficio al jefe capitalino, doctor Miguel Ángel Mancera, el cual
fue entregado en sus oficinas el 28 de septiembre del año en curso, con
registro bajo el número de folio 030801, y la respuesta fue que deberían acudir
a Protección Civil, sin que esta instancia les haya dado respuesta a su
planteamiento.
La señora Blanca Montes de Oca, una de las vecinas
inconformes, dijo que inicialmente se percataron de que en el predio del CETRAM
Xochimilco colocaron bolsas negras formando una valla perimetral que
posteriormente sustituyeron con tablas de madera, y este hecho les hizo suponer
que remodelarían el lugar.
Sin embargo, semanas después iniciaron actividad de
construcción, lo que motivó que comenzaran a indagar qué es lo que se
construiría ahí, logrando saber que presuntamente se trataba de una estación de
servicio de gas natural.
Fue ahí cuando comenzaron a organizarse para investigar si
realmente esto era cierto y, acto seguido, optaron por dirigirse inicialmente a
las autoridades delegacionales de esa demarcación, siendo atendidos por el
director jurídico de esa instancia, antropólogo Gustavo Alonso Cabrera
Rodríguez, solicitándole conocer y ver los estudios, permisos, resolutivos y
autorizaciones de las autoridades competentes donde se da anuencia para la
instalación de la estación de gas natural.
La respuesta por parte del servidor público delegacional fue
que esa entidad no tenía en su poder documento alguno al respecto y que la
delegación desconocía la existencia de dicha construcción, ofreciéndoles que
recabarían información al respecto, ya que era de su interés también contar con
ella.
En virtud de que la autoridad delegacional no cuenta con
ningún documento relativo a la estación de abasto de gas natural, se le
solicitó que mientras recababa la información, se tomaran medidas preventivas y
se procediera a la clausura en tanto se tenía certeza del estatus legal de la
misma, acción que se realizó pero sólo por un par de días reanudándose los
trabajos de construcción.
Entre los argumentos que esgrimen los vecinos en el oficio
entregado al Jefe de Gobierno capitalino, se subraya el grave riesgo que
representa la estación de abastecimiento de gas natural en ese punto, pues es
una zona donde se encuentran –además de casas habitación- de los lugareños, un
sinnúmero de planteles educativos de nivel básico, negocios, así como
guarderías e incluso dos asilos.
Además, consideran que al ser la avenida División del Norte
una de las dos avenidas de acceso y salida de los barrios que se encuentran
hacia adentro en esa demarcación, ésta se congestionará e impedirá el acceso a
los lugareños, peor aún será la situación en caso de una emergencia, porque la
gente no podrá salir inmediatamente.
Los vecinos también resaltaron que justo enfrente del CETRAM
Xochimilco pasa un ducto de PEMEX, situación que eleva aún más el riesgo para
los pobladores.
A esto se suma el hecho de que Xochimilco es un barrio de
tradiciones, realizándose procesiones en las que se acostumbra quemar fuegos
pirotécnicos cuyas chispas podrían alcanzar la estación de abasto de gas
natural.
Además los vecinos se preguntan ¿Cómo es que esa estación de
servicio siendo un negocio particular se erigió en un predio que es parte de un
patrimonio de orden público administrado por el Gobierno capitalino?
Y una inquietud más es que no existe certeza de quién o
quiénes fueron las autoridades implicadas en el otorgamiento de los permisos
correspondientes para la construcción, instalación y funcionamiento de la
estación de abastecimiento de gas natural, si los hay, pues hasta el momento
parece que nadie otorgó dichos permisos, y tampoco se realizó la consulta
ciudadana correspondiente además de no existir evaluaciones de impacto
ambiental y social.
Es por ello que en el citado oficio los vecinos manifiestan
su rotundo rechazo a la instalación y funcionamiento de la referida estación de
abastecimiento de gas natural y exigen que sea clausurada y reubicada
inmediatamente.
Finalmente,
los vecinos se mostraron extrañados porque no existen –o no se los han
mostrado- los documentos que amparan la existencia de esa estación de gas
natural, “si uno levanta una barda, enseguida la delegación acude y te pide el
aviso y permiso correspondiente y si no lo tienes te multa. ¿Cómo es que aquí
tratándose de una construcción de grandes dimensiones y en vía principal no
hayan intervenido?”.