jueves, 21 de mayo de 2015

Columna Los Holgazanes


En evento de Juan Carlos Soto Ibarra excede el acarreo de infantes superando la de adultos
¿Y así quiere ganar la presidencia de Valle de Chalco?


Con acarreo de ciudadanos de 10 municipios de la Zona Oriente del Estado de México llena su mini evento Juan Carlos Soto Ibarra de MC, donde se puede apreciar el 40% por ciento en personas adultas y el 60% por ciento en niños y niñas que se dieron cita en Av. Tezozómoc, esq. Av. del Mazo del municipio de Valle de Chalco; ahí mismo, también se vieron en el tumulto priistas, perredistas, petistas, panistas, verde ecologistas y de nueva alianza, entre otros.




Comentaron entre acarreados que fueron obligados por Marcos Vilchis de Industria y Comercio, así como por Juan Manuel Arellano, director de obras públicas y desarrollo urbano; Efraín Izaguirre (priista), entre otros servidores públicos, de llevar por cada trabajador a 10 personas para cubrir este evento, de no ser así, perderían su empleo. Algo parecido sería o votas o te votan antes de tiempo.

Halo solar sorprende a lugareños del Estado de México y Distrito federal




Por: J. Abel García
Alrededor de las 14:00 horas de la tarde de este jueves, lugareños del Estado de México y Distrito federal percibieron el asomo de un halo solar, el cual se produce cuando la luz que emite el Sol se refracta sobre los cristales de hielo que se encuentran en suspensión en la atmósfera y se asocia a la presencia de nubes de tipo cirrostratos.

Esta circunferencia luminosa se produce alrededor del Sol, cuando la luz experimenta un fenómeno de Refracción y tienen habitualmente un radio de aproximadamente 22 grados y presentan en el borde interior una coloración rojiza. 

miércoles, 20 de mayo de 2015

Periódico Digital "Liberal Mexiquense". MAYO 2015

Algo más que palabras

Acción colectiva responsable

Víctor Corcoba Herrero/ Escritor

El imperativo ético social se impone. El mundo necesita acciones conjuntas responsables. Tenemos que superar los comportamientos individuales. A mi juicio, por la misma continuidad de la especie humana, apremia superar los intereses y las actuaciones particulares. Lo cierto es que se requieren cada día, luchas más directas y eficaces, ante temas comunes como puede ser el mismo calentamiento global o las diversas amenazas de seguridad que soportamos, incluido el aumento del extremismo violento. Nuestra responsabilidad  de proteger el planeta y, por ende, la propia humanidad, ha de hacernos verdaderamente observadores de nuestros semejantes, sobre todo para iniciar y fortalecer un proceso de autenticidad que favorezca el encuentro y la convivencia.

Ahora bien, difícilmente se puede observar nada, si luego algunos países no permiten visitas a miembros activos de asociaciones de gobierno global, dispuestos a facilitar la cooperación en temas de asuntos humanitarios y derechos humanos. Estas figuras públicas, que son vitales para la paz en el mundo y para el fomento de la acción colectiva responsable, precisan del apoyo íntegro de toda la humanidad. De lo contrario, las trágicas experiencias de anteriores siglos volverán a repetirse y la más elemental comprensión de la dignidad humana quedará en entredicho, con lo que ello supone de sufrimiento y desesperación para todos.

Ciertamente, vivimos en la desconfianza más universal ante la multitud de muros instalados. El virus de la apatía también se ha instalado en nosotros, lo que nos impide hasta reencontrarnos con nosotros mismos. La desilusión nos puede tantas veces, que apenas avanzamos para encuadrar los intereses particulares de los pueblos en una visión coherente de familia humana y de bien colectivo. Difícilmente vamos a transformar patrones de consumo con esta mentalidad absurda y egoísta de algunos actores. Sabemos que ningún sector puede detener el cambio climático o restaurar la biodiversidad por cuenta propia, que ninguna entidad puede acabar con la pobreza o promover la equidad por sí sola; sin embargo, hacemos bien poco por actuar concertadamente.

Insisto, es tiempo de la acción colectiva responsable, de que los diferentes gobiernos, empresas, inversionistas, educadores, científicos, y toda la ciudadanía en general, se disponga a trabajar por la equidad social y la protección ambiental, por la especie humana en definitiva habite en el lugar que habite. Es urgente, entonces, promover iniciativas globales que tengan como objetivo principal a toda la especie humana, bien sea para la educación de los hijos, bien sea para la atención de los ancianos, bien sea para activar la dignidad de todos los ciudadanos, consolidando las relaciones entre todas las generaciones, para caminar unidos en la misma dirección de reforzar el tejido humano.

La deshumanización nos encamina a un mundo de imposible convivencia. No podemos ser tan irresponsables. Hoy más que nunca demandamos el compromiso de la acción acumulada e intergeneracional; puesto que, hasta la misma alegría de vivir frecuentemente se desvanece, la falta de consideración y la violencia crecen, la desigualdad entre unos y otros es cada vez más evidente. Hay que luchar por encontrar una luz y, a menudo, para vivir con poca dignidad. Realmente cuesta entender la pasividad con nuestra propia estirpe. ¿Cómo podemos permanecer indiferentes ante tantas muertes humanas que pueden evitarse? Esta es la cuestión que debiéramos reflexionar.


En este sentido, un experto de Naciones Unidas acaba de señalar que, cerca de trece millones de muertes y una cuarta parte del total de las enfermedades, se deben a factores ambientales, como la contaminación del agua, el aire y la tierra. Ante este desolador panorama hay que decir ¡no! a esta forma de vivir, tomando parte activa en asegurar el valor de la vida humana, y esto no hay otra forma de conseguirlo que con la acción colectiva responsable. Multitud de seres humanos, no sólo se ven excluidos y marginados, se les condena de por vida, a una existencia sin horizonte y sin salida alguna. Ya no sólo se explota y se oprime a seres humanos, se les trata como productos sobrantes de un sistema selectivo y antihumano. Esta es la realidad de un mundo cada vez más anestesiado, adherido a un poder dominador que mata en lugar de servir. Comprenderá, pues, el lector que subraye la urgencia de establecer un final para este desconcierto mundano, o acabará estableciéndose un fin para la humanidad más pronto que tarde. Tiempo al tiempo.

Mirada del primer mundo sobre problemas del tercer mundo: juventud y género, videodocumental del fini 2015

  • Nadie huye de hogares amorosos, afirma el realizador Martin Bell; un millón de niños y jóvenes huyen anualmente de sus casas en los E.U.; niñas impúberes prefieren inmolarse que contraer matrimonio con hombres mayores en Pakistán, India y Afganistán; bodas obligadas o poligámicas también ocurren en otras latitudes y en E.U., explica Stephanie Sinclair

Pachuca de Soto, Hgo. México.- La proyección de “Streetwise” en el FINI 2015 significó para los espectadores la recuperación de la experiencia, de revivir la filmación con sus realizadores, el director de cine Martin Bell y su esposa, la aclamada fotoperiodista internacional Mary Ellen Mark. El efecto fue demoledor para los espectadores: mirar las consecuencias del abandono de las instituciones gubernamentales del país más poderoso del mundo a sus adolescentes en estado de vulnerabilidad, y cómo a esos jóvenes les esperan tres destinos ineludibles: la muerte, las drogas o la cárcel, al convertirse en unos “outsiders”, desadaptados.

Ambos, realizador y fotoperiodista, fungieron como jurados en el Concurso Internacional de la Imagen que se efectuó en la V Edición del Festival Internacional de la Imagen, este año auspiciado por Conaculta y el Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo entre el 8 y 15 de mayo.

Este trabajo fílmico que el realizador estrenó en 1984, le mereció una nominación al Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos. El documental es una desesperanzadora muestra de la vida en las calles de 9 jóvenes sin alternativas, sin destino, sin proyecto de vida, sin salida, que pone de manifiesto los resultados de la disfunción familiar y, al ser la familia el núcleo de la sociedad, se extrapolan las conclusiones a la descomposición de la vida social de los Estados Unidos.

El documental de Martin Bell nació de una idea surgida a partir de un reportaje de la periodista de Life, Cheryl McCall, que su esposa Mary Ellen Mark ilustró con su trabajo fotográfico, aparecido en la edición de julio de 1983. “Cada año más de un millón de adolescentes huyen de sus casas, la mayoría son niñas y nadie los reporta nunca como perdidos, sólo tienen la total indiferencia de sus padres. Cada año unos 5,000 adolescentes no identificados terminan en tumbas sin nombre, de acuerdo con los registros federales, y otros 50,000 simplemente desaparecen. Nadie sabe lo que les pasa”, reza el reportaje de McCall.

Mary Ellen Mark, ya célebre por sus trabajos de profundo interés social, instó a su esposo a que se hiciera un documental basado en ese reportaje. El director siguió el consejo de su esposa y la línea argumental la fundamentó en un personaje de las calles, Erin Blackwell, una prostituta-niña de 14 años que se conoce en el filme con el nombre de ‘Tiny’, vagabunda que pasa algunas partes de su tiempo en la casa de su madre alcohólica, Pat, quien no parece inmutarse por la prostitución de su hija, calificando esa vida como sólo una "fase", aunque la chica padezca gonorrea.

Tras la culminación del documental, Mary Ellen Mark continuó fotografiando a Erin, y el resultado dio origen a dos libros más que revelan cómo después de “Streetwise”, Tiny continuó su vida de prostitución, se convirtió en una adicta a las drogas, obesa y dio a luz a nueve hijos engendrados por varios hombres diferentes. También se exhibe la muerte de uno de los personajes, el encarcelamiento de otra de ellos, así como en qué terminó la vida de los chicos.

A mediados de la década pasada Mark y Bell en otra película de 23 minutos, ilustran los años posteriores de Erin, tras sus continuos naufragios. Ya en edad madura, se había rehabilitado y se estableció con su marido y sus hijos menores. A partir de 2005, la página web de Mary Ellen Mark dedicado a las películas de Martin Bell, señaló que Erin tuvo diez hijos.

Martin Bell, ante un auditorio respetuosamente silencioso tras las proyección de Streetwise y las secuelas, en el Salón de Actos Ing. Baltazar Muñoz Lumbier del Centro Cultural La Garza, explicó que finalmente el problema de los chicos en la calle sí es un problema de Justicia Social, porque “ningún chico huye de familias amorosas”.

También se proyectó un videodocumental sobre el trabajo de Stephanie Sinclair que devino en el proyecto “Too Young to Wed”, una fundación dedicada a visibilizar y exhibir, ante quienes toman las decisiones para cambiar las leyes, políticas o intervención de los organismos de derechos humanos, aquellas situaciones que van contra los derechos fundamentales de los niños y niñas, como pudo patentizar a lo largo de su trabajo como fotoperiodista al atestiguar lo traumática que es la tradición cultural de llevar al matrimonio a niñas cuyos cuerpos aún no están listos ni para el coito, ni para el parto.

El film expone también las condiciones de sometimiento y servidumbre con respecto a los padres, esposos y en general varones de su familia, habla del patriarcalismo que considera a la mujer como un ser que no alcanza la categoría de humano y al que no se le debe ningún tipo de consideración respecto a las decisiones que pueda o deba tomar sobre su vida, cuerpo y tareas a las que ha de dedicar su vida.

Ante un auditorio lleno de jóvenes provenientes de diversas escuelas de educación media y superior del Estado de Hidalgo y de otras latitudes del país, Sinclair explicó que fue Marcus Bleasdale quien la apoyó para convertir su trabajo en un video, el cual al ser exhibido atrajera la atención de más auditorios para crear conciencia de la responsabilidad de los gobiernos y de la comunidad internacional para modificar las condiciones lesivas, agresivas y dolorosas en que viven las niñas y jóvenes de esas partes del mundo.

“Este videodocumental es apenas una muestra de lo que hallé mientras se me asignó la tarea de cubrir la guerra de Afganistán, me causó espanto y me propuse documentarlo, pero no sólo con fines periodísticos sino con el firme propósito de impulsar políticas públicas para mejorar la situación de las niñas y no se les obligue a casarse. Es tal su terror, que comenzaron a prenderse fuego antes de estar sometidas a su marido, a relaciones sexuales que las lesionan físicamente y a golpes y maltrato por parte de sus maridos por minucias absurdas. No hay nada que justifique ese trato”, dijo Sinclair.

Sinclair agregó que el asunto requiere urgentemente educación en aquellas áreas y en otras latitudes porque las creencias para violentar la vida y los cuerpos de las niñas tienen que ver hasta con supersticiones. En su videodocumental también mostró que sucede lo mismo en México y dijo que en los Estados Unidos hay regiones en que las mujeres se siguen casando demasiado jóvenes por creencias religiosas y totalmente sometidas a voluntades diferentes de la propia.


Ambos documentales que se exhibieron durante el Festival Internacional de la Imagen, FINI 2015, pusieron de manifiesto que desde la perspectiva de dos periodistas de países económicamente más favorecidos del mundo, las condiciones de Justicia Social en ámbitos específicos y exhibidos a través de la fotografía pueden ser el recurso para hacerlos llegar a los tomadores de conciencia y a desmitificar el mito de que el primer mundo es el paraíso en la repartición de bienestar para sus pobladores. 

Partido Humanista niega candidatura a Alejandro Tapia en Valle de Chalco