jueves, 23 de agosto de 2012

“Es más fácil reformar al estado a nivel de la constitución, que mejorar la administración pública y cambiar la realidad”. José Chanes Nieto


  • “La corrupción del país se fundamenta en la corrupción del lenguaje” José Chanes Nieto.
  • Desafortunadamente en el país, la habilidad política consiste en ocultar, no en transparentar”. Susana González Reyna.
  •  “A los políticos les interesa cuidar su imagen y el discurso forma parte trascendental de ésta”.
  •  “La constitución de 1917 ha sido reformada 204 veces, incidiendo en 101 artículos en 504 ocasiones. En 1917 contenía 22,000 palabras y para 2012, contiene 56,000 palabras.” Diego Valadés Ríos.



Texcoco, Estado de México. Se llevó a cabo el Panel “Lenguaje gubernamental” con el objetivo de precisar algunos de los problemas de la comunicación entre gobierno y sociedad, que tienen su origen en las características del lenguaje gubernamental y el discurso político.

Durante el mensaje de bienvenida, el doctor José Chanes Nieto dijo que, es necesario, que los funcionarios públicos mejoren su expresión oral, con base en la mejora del uso del lenguaje; comentó que desafortunadamente en el país, la habilidad política consiste en ocultar, no en transparentar. Asimismo, expuso que en el lenguaje gubernamental no existe congruencia entre lo que se dice y se percibe; aseveró que la corrupción del país se fundamenta en la corrupción del lenguaje. Dijo que las confusiones lingüísticas llevan a una confusión de la realidad. Concluyó su intervención diciendo que es más fácil reformar al estado a nivel de la constitución, que mejorar la administración pública y cambiar la realidad.

Acto seguido, la doctora María Susana González Reyna, dictó la conferencia magistral “El poder del lenguaje y el lenguaje del poder”, durante la cual expresó las funciones del lenguaje y sus múltiples usos; argumentó que con las nuevas tecnologías de la información se está construyendo un tipo del lenguaje distinto. Respecto al lenguaje político, comentó que éste debe ser mejor sustentado, debido a que, a los políticos les interesa cuidar su imagen y el discurso político forma parte trascendental de ésta.


Posterior a la conferencia magistral, se desarrolló el panel “El lenguaje gubernamental”. Durante su exposición, el doctor Diego Valadés Ríos, dijo que para hablar de lenguaje, es necesario voltear la mirada hacia el mal lenguaje del instrumento normativo que rige al estado mexicano, la Constitución política. Indicó que además de ello, las reformas a la Constitución se aplican de forma deliberada, haciéndola incomprensible, e inaplicable. De igual manera apuntó que quien no conoce la Constitución no conoce sus derechos, ni las obligaciones de quien le gobierna. Como interesante argumentó que la constitución de 1917 ha sido reformada 204 veces, incidiendo en 101 artículos en 504 ocasiones. Que en 1917 contenía 22, 000 palabras y para 2012, contiene 56, 000 palabras.

La segunda intervención del panel, estuvo a cargo de la doctora Rosa Margarita Galán Vélez, quien expuso la temática “El lenguaje claro” y la propuesta de su institución en documentos y comunicados oficiales.

Finalmente, se presentó la doctora Teresa Carbó, quien explicó las dificultades existentes en la comunicación entre el gobierno y la ciudadanía, concretó en que derivado de ello, los receptores de los mensajes políticos proyectan desconfianza y apatía hacia sus representantes.

Para cerrar los trabajos del día, el doctor Chanes Nieto agradeció la asistencia de los presentes y expuso que es necesario instaurar un lenguaje del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, para con ello, lograr la credibilidad y empatía de los gobernantes con la sociedad.

Columna



GUERRA EN LAS ALTURAS
  
México, D. F.- Las revelaciones realizadas el pasado sábado por el presidente Felipe Calderón abren paso a probables certezas sobre los ataques hacia funcionarios de su gobierno por parte de grupos del crimen organizado vinculados con la política o de la política, utilizando instrumentos del crimen organizado.

Y no puede ser de otra forma. Los grandes crímenes ocurridos a miembros prominentes y otros no tanto de la clase política, sólo pueden ser crímenes ordenados por la propia clase política, pero ejecutados por delincuentes.

Tal guerra por el poder entre la clase política es precisamente la que tiene al país en un estado de crispación, estancamiento, desasosiego e inmovilidad, que le impide avanzar con la velocidad que sus ciudadanos requieren para forjar un mejor México, porque la pirámide se encuentra dañada y los de abajo no han podido sacudirse el control de los de arriba.

Crímenes políticos siempre hubo en México. De hecho así fue como se trasladaron el poder los generales tras la revolución de 1910, hasta que el Partido Nacional Revolucionario creado por Plutarco Elías Calles tras el asesinato de Álvaro Obregón, propició la institucionalización de la política y se logró la alternancia acordada entre los grupos y caudillos dentro de un partido.

Pero desde que se acrecentó la lucha por el poder en los últimos 25 años y los vínculos de la política y el crimen organizado fueron más visibles, la matanza de personajes de la vida pública ha ido en aumento.

No quiere decir que no los hubiera, pero éstos se ubicaban preponderantemente a niveles regionales, donde son peleados los cacicazgos políticos y económicos que provocan luchas, incluso, entre familiares.

Desde 1988 hubo crímenes impunes, asesinatos destacados como accidentes o justicia aplicada a chivos expiatorios para saldar las muertes de Francisco Javier Ovando Hernández y Román Gil Heráldez, cercanos colaboradores de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988; de Manuel de Jesús Clouthier, quien murió junto con el diputado Javier Calvo Manrique el 1 de octubre de 1989, prensados por trailers cerca de Culiacán.

Del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo el 24 de mayo de 1993, acribillado por una pandilla en el aeropuerto de Guadalajara; del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, asesinado durante su gira proselitista en Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994; del diputado José Francisco Ruiz Massieu, ultimado en el centro de la ciudad de México el 28 de septiembre de 1994.

Del senador José Ángel Conchello Dávila, quien murió el 4 de agosto de 1998, cuando la camioneta en que viajaba fue embestida por un tráiler en la carretera México-Querétaro; del gobernador de Colima, Gustavo Alberto Vázquez Montes en un accidente de helicóptero el 25 de febrero de 2005; de Ramón Martín Huerta, secretario de Seguridad Pública del gobierno de Vicente Fox, muerto tras la caída del helicóptero donde viajaba el 21 de septiembre de 2005; de Rodolfo Torre Cantú, candidato a gobernador de Tamaulipas asesinado el 28 de junio de 2010.

El presidente Felipe Calderón sufrió la baja de tres de sus más cercanos colaboradores en accidentes aéreos: el Secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño y el secretario técnico para la implementación de las recientes reformas constitucionales en materia de seguridad y justicia penal, José Luis Santiago Vasconcelos, en el avión que cayó en el poniente de la ciudad de México el 4 de noviembre de 2008 y tres años después, el 11 de noviembre de 2011, José Francisco Blake Mora, también Secretario de Gobernación, en otro accidente de helicóptero en Temamatla, estado de México.

El presidente Calderón reveló en marzo de 2007, pocos meses después de haber asumido el Poder Ejecutivo, haber sido víctima de amenazas por emprender la lucha contra el narcotráfico, versión que volvió a recordar durante su fiesta de cumpleaños y fue la nota principal de varios diarios este domingo.

Felipe Calderón le debe a México una explicación de lo que ocurrió durante su sexenio. Del por qué en los meses de la transición de gobierno en 2006, se olvidó de su principal apuesta durante la campaña que fue la promoción del empleo e inició una guerra contra el narcotráfico, una guerra que se libró en las alturas… de la política.

Reducen plazos para declaración de ausencia o presunción de muerte


  • Modificó la LVII Legislatura el Código Civil para dar certeza jurídica a mexiquenses
  • Se busca facilitar trámites legales para administración y recuperación de bienes de ausentes o presuntos fallecidos                                                   


Toluca, Méx.- Otorgar mayor certeza jurídica a las personas que por diversas razones cuenten con familiares ausentes o presumiblemente fallecidos y requieran administrar sus bienes, es el fin de la reforma al Código Civil aprobada por la LVII Legislatura del Estado de México.

Con las modificaciones al  Libro Cuarto de este ordenamiento, se establecen las medidas provisionales en caso de ausencia, la declaración de ausencia, los efectos de declaración de ausencia, la administración de bienes del ausente casado y la presunción de muerte del ausente.

Estipula que, existiendo apoderado general, se podrá pedir la declaración pasados año y medio; la mitad de lo que se solicitaba anteriormente.

El mismo tiempo deberá pasar para que el juez del caso declare, a petición de parte, la presunción de muerte.  

Las personas legitimadas para solicitar dicha declaración también podrán pedir que el apoderado otorgue garantía sobre los bienes del ausente.

En los casos de guerra o siniestro, desastres o secuestros, se podrá emitir dicha declaración a los tres meses sin que previamente se haya solicitado, pero se tomarán las medidas provisionales relacionadas con sus bienes.

Esta reforma mantiene el sentido del concepto de “ausencia”, que legalmente se define como la falta de presencia de un sujeto en un lugar, o como el estado de una persona que desaparece del lugar de su domicilio, sin que se tenga notica de su paradero y cuya existencia llega a ser incierta.

martes, 21 de agosto de 2012

Columna


Reflexiones
Por Francisco Alfaro Ramírez

ASESINATOS A PERIODISTAS Y COMUNICADORES

La muerte de periodistas hiere a las naciones civilizadas, ya que muchos periodistas son en parte señaladores, cuestionadores, y evidencian las malas acciones que se comenten continuamente en la sociedad, no solo por parte de la delincuencia organizada fuera del gobierno, sino también por parte de los propios gobernantes organizados.

En muchas ocasiones se tocan intereses de los propios gobiernos, otras ocasiones se muestra la relación cercana que existe entre los grupos delictivos y los grupos políticos en el poder.

Se realizan investigaciones que hilan y vinculan actos de corrupción siempre solapados y respaldados por gobernantes faltos de ética y que solo responden a intereses de sus grupos políticos.

A los periodistas comunicadores y personas que hacen una labor informativa que ayuda y enciende las conciencias de la población, muchas veces se les intenta vincular con criminales, con políticos, con narcotraficantes, se les relaciona con acciones sentimentales extramaritales, cosa que, para no hacer investigaciones serias por parte del gobierno, les da una respuesta fácil para decir que fue crimen pasional, fue ajuste de cuentas, o cualquier otra cosa que desprestigie al periodista, reportero o comunicador.

Ejercer el periodismo en México se ha convertido en un riesgo de primer orden, no importa que se haga desde los grandes consorcios de noticias, hasta el más humilde de los diarios o periódicos locales, donde la libertad de expresión es generalmente plena, consciente y sin restricciones, los diarios locales al cubrir la información local, cumple una función especial, ya que cubre la necesidad de información cercana sobre las problemáticas que atraviesa su comunidad.

Un periodista desaparecido o asesinado es la voz acallada de toda una nación, es dejar sin luz el oscuro pasillo de la verdad, donde cada luz nos muestra las miles de posibilidades que existen, para poder ver desde distintos ángulos una verdad, que generalmente no es la que el gobierno y su historia oficial nos muestra.

El periodista se convierte en el filosofó que evidencia, descubre, quita el velo, y pone otro de los ángulos que hace y genera la historia de un pueblo.

Si históricamente la verdad nos hará libres, es necesario conocer la verdad a través de diferentes ópticas. Existen intereses reales, nunca oscuros, siempre claros y estos serán solo para el beneficio de los grupos políticos que ejercen el poder, el poder desde la delincuencia o desde los gobiernos que solapan, desvían o callan la voz del periodista, del comunicador, del informador, el motivo siempre será el mismo, que el pueblo no se entere de las fechorías que se cometen en contra de la sociedad, sean estas desde la delincuencia común u organizada o desde el propio gobierno que hipócritamente asegura que hará cumplir la leyes.

La pregunta es: ¿Seguiremos sufriendo más muertes e impunidad para los asesinos de los periodistas de México?

Por supuesto tú tienes la mejor opinión.