Por José Martínez M.
México, D. F.- Esto no es un ejercicio de “futurismo” político ni un relato de ficción, pero debemos estar prevenidos para que no nos ocurra como en el cuento de Pedro y el Lobo. No me quiero imaginar lo que pudiera suceder con el ingeniero Jorge Hank Rhon, si el todavía gobernador Enrique Peña Nieto gana las elecciones presidenciales de 2012. Si ese fuera el caso, indudablemente el zar de las apuestas se fortalecería y peor aún, seguirían sus fechorías al amparo del poder.
Si un grupo político ha cobijado a Peña Nieto, ese ha sido el grupo de los Hank y, por lo tanto, léase Grupo Atlacomulco. No es fortuito que las “escoltas” –si se le puede llamar así a los pistoleros de Jorge Hank Rhon, porten armas gracias a los “permisos especiales” del gobierno de Peña Nieto desde que éste asumió la gubernatura del Estado de México. Por eso el escándalo de las armas encontradas en la casa de Hank Rhon, fueron como pelillos a la mar, porque en realidad la amistad entre los Hank Rhon (Jorge y Carlos) con Peña Nieto está a partir un piñón.
Si Peña Nieto llega a Los Pinos –como insisten las encuestas y la nodriza de todas estas que es Televisa–, Jorge Hank Rhon no tendrá un arsenal como el que le fue confiscado, sino tanques y metrallas a su disposición. Ya verá Peña Nieto cómo le hace su gobierno para otorgarle los permisos como lo ha hecho con los escoltas de Hank que portan pistolas, rifles y metralletas, gracias a las bondades de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.
En las fuerzas armadas hay malestar por el escándalo de Tijuana. Están molestos e indignados por el pésimo manejo en las altas esferas del gobierno del presidente Felipe Calderón con los militares, a los que usan según convengan sus intereses políticos. Algunos generales del más alto rango saben la calaña de la que está hecho Jorge Hank Rhon y tres amigos de ellos nos han confiado que existen elementos para llevarlo a juicio por las vías judiciales.
Pero sigamos con el tema de los Hank Rhon y Peña Nieto si éste último gana las próximas elecciones presidenciales. Para empezar, en octubre del año 2014 –cuando Peña Nieto tenga ya dos años en el poder– vencerá la concesión del Hipódromo de Agua Caliente que le otorgó de manera irregular la Secretaría de Gobernación durante el gobierno del ex presidente Carlos Salinas de Gortari. Es de esperarse que Peña Nieto refrende dicha concesión a Jorge Hank Rhon. De eso no cabe la menor duda, pues amistad que no se refleja en concesiones y permisos para portar armas, no es amistad.
Vayamos a los antecedentes. Dos ex presidentes fueron claves en la concesión del Hipódromo de Agua Caliente: José López Portillo y Carlos Salinas de Gortari.
Veamos cómo empezó esta historia. Durante el gobierno de Luis Echeverría, el empresario Fernando González Díaz Lombardo –de los fundadores y dueños del periódico Ovaciones– recibió el 17 de agosto de 1973, mediante el oficio 03923, la concesión por 25 años del Hipódromo de Agua Caliente, pero Díaz Lombardo la cedió ilícitamente en 1981, durante el gobierno de López Portillo, a cambio de 25 millones de dólares a Jorge Hank Rhon, quien entonces contaba apenas con 25 años de edad. ¿De dónde sacó el dinero Jorge Hank? Desde luego que fue un regalo de su padre el Profesor. Ya sabemos cuál fue la relación de Carlos Hank González y el ex presidente López Portillo que terminó con el obsequio de la mansión de la Colina del Perro.
La concesión inicial de 1973 finiquitaría en agosto de 1998, pero Jorge Hank Rhon recurrió a una serie de subterfugios para conseguir una “prórroga”, a todas luces ilegal, en octubre de 1989 cuando el sexenio de Carlos Salinas de Gortari cumplía sus primeros once meses. Seguramente ustedes ya saben quién estuvo detrás de este cochinero. Pues ni más ni menos que el célebre hermano incómodo, “Mister diez por ciento”. Fue así que nueve años antes de que caducara la famosa concesión de 1973, Jorge Hank Rhon obtuvo del gobierno de Salinas de Gortari, en octubre de 1989, una “renovación” por otros 25 años.
Los terrenos del hipódromo no son cualquier cosa. Comprenden 80 hectáreas, terrenos que debían haber pasado al dominio de la nación después de vencerse el plazo de la primera concesión.
En todo este tiempo se han dado muchísimas irregularidades, como cercenarle 20 hectáreas a los terrenos del hipódromo para construir una zona residencial debido a que la empresa de Jorge Hank Rhon atravesaba “una precaria situación económica”, que estaba “afectando sus costos de operación”. El gobierno de López Portillo le autorizó a vender esa superficie.
Después de tantos años el Hipódromo de Agua Caliente dejó de funcionar. Jorge Hank Rhon se ha apropiado de los terrenos, tiene en ellos su propio zoológico y otros negocios y hasta su ostentosa residencia.
Todos estos años los diputados han estado cruzados de brazos. Vendrán las elecciones del 2012 y Enrique Peña Nieto llegará a Los Pinos y en octubre del 2014 se vencerá la concesión de hipódromo y seguramente volverán a renovar el permiso.
Sólo cabe concluir cómo Jorge Hank Rhon le ha sacado jugo a su empresa del hipódromo. No obstante, desde mucho antes de 1990 en el hipódromo se suspendieran indefinidamente las carreras, obtuvo créditos del Banco Unión –de su amigo Carlos Cabal Peniche– por un monto de 46 millones 74 mil pesos para “invertir” supuestamente en el hipódromo, ese dinero finalmente apareció en la lista de los préstamos que fueron a parar al FOBAPROA bajo la clasificación “C”, lo que significa que sólo 20% del dinero es recuperable. Y por si eso no bastara Jorge Hank negoció 22 millones de dólares a nombre del hipódromo, ofreciendo como aval otra de sus empresas, Libros Foráneos, como consta en la escritura 61215 registrada en octubre de 1992 ante la notaría número 74 del Distrito Federal, y en la 84457 con fecha del 27 de septiembre de 1991, ante la notaría 15 del Distrito Federal.
Queda claro que los terrenos del dominio de la nación que son los del hipódromo, son los verdaderos dominios de Jorge Hank Rhon y que seguramente una vez en el poder Enrique Peña Nieto le refrendará.
* José MARTINEZ M. Periodista y escritor. Es autor, entre otras obras, del libro Las enseñanzas del profesor. Indagación de Carlos Hank González. Lecciones de Poder, impunidad y corrupción, editorial Océano. Fuente: Difunet