VUELTA AL PASADO AUTORITARIO (IFAI)
México, D. F., a 15 de febrero de 2013.- ¿Habrá alguien
interesado en dinamitar el IFAI? Parece que lo hay. Un órgano que había ganado
prestigio desde su creación está, como el IFE, a punto de decir adiós a sus
mejores días como garante de la transparencia en el país. Y hoy que se acercan
momentos difíciles para dar a conocer información relevante, se destapa, como
por arte de magia, la acusación de un presunto hacker que pone a todos los comisionados
del IFAI sobre aviso: los están investigando.
Quien presuntamente los investiga es Wanda Sigrid Arzt
Colunga, vinculada directamente con Felipe Calderón, el ex presidente de
México, pero ajena a la comunidad que maneja la transparencia en el país. Por
el contrario, maestra y doctora en estudios internacionales, ha trabajado como
consultora para el CISEN, como secretaria técnica del Procurador General de la
República Antonio Lozano entre 1994 y 1996 y en 2007 fue nombrada secretaria
Técnica del Consejo de Seguridad Nacional. Es decir, una especie de policía.
Ahora, si es verdad que Arzt Colunga trabaja para Calderón,
sería para evitar la difusión de los resultados de la lucha contra el crimen
organizado, según dicen por ahí. Pero, entonces, ¿por qué investigaba también a
Alejandro Poiré, ex secretario de Gobernación, a Maximiliano Cortázar, ex
Coordinador General de Comunicación Social de Presidencia y al ex director de
Opinión Pública de Presidencia, Rafael Giménez? o, ¿será que Calderón ya no cree
ni en su propia sombra y considera que le jugaron chueco?
Pero si no fue por ahí, entonces habrá que investigar para
quién sería la información que involucra, ya no sólo a los compañeros de Arzt
Colunga y a los ex hombres del ex presidente, sino también al ex secretario del
Consejo de Seguridad Nacional, Jorge Tello; a los ex secretarios ejecutivos del
Sistema Nacional de Seguridad Pública, Roberto Campa y Juan Miguel Alcántara; a
la ex titular de la Fepade, María de los Ángeles Fromow; al ex director de
Financiera Rural, Enrique de la Madrid y al ex diputado Ildefonso Guajardo,
actual secretario de Economía.
Es decir, que salvo Poiré, Cortázar, Alcántara y Giménez, la
investigación estaba dirigida a personajes de la vida pública de extracción
priista, prácticamente todos ellos vinculados con la seguridad nacional y de
los que, seguramente, ella tenía antecedentes a su paso por las oficinas de
inteligencia. Son indicios, hay que investigarlos.
El IFAI nació con grandes pretensiones y las logró. Ha sido
un referente para dotarnos de información sobre el quehacer de la
administración pública, que antes de su existencia simplemente nos era negada a
los ciudadanos o se entregaba de acuerdo con el interés de quienes la
administraban. Por su labor los ciudadanos nos hemos enterado de muchos asuntos
francamente relevantes. Alonso Lujambio pasó del IFE al nuevo órgano y con él
se fue también Jacqueline Peschard, ambos lo presidieron con prestigio, como
ocurrió al IFE en sus primeros años ciudadanizado.
Pero las cosas en nuestro México tal parece que ocurren por
obra y gracia de la Divina Trinidad, en momentos justos. Precisamente cuando
los personajes mencionados y los comisionados son investigados, un hacker los
alertó. Terrible que un hacker se meta al sistema informático del IFAI con
tanta facilidad y rastreé. Nada más como pregunta: ¿No será que la Comisionada
fue implicada para deshacerse de ella y utilizar este hecho para remover a
todos los incómodos?
No hay crisis institucionales, sino crisis provocadas, sembradas,
para golpear a las instituciones y moldearlas a modo del poder. Hoy estamos,
parece, ante un nuevo rediseño institucional que al actual grupo le permita
mantener el control del país por mucho tiempo.
El jueves 17 de enero el presidente Enrique Peña Nieto y
gran parte de su gabinete dieron a conocer su declaración patrimonial, la gran
mayoría de ellos, curiosamente, dueños de muebles e inmuebles que les fueron
donados, así, nada más. Ese mismo día el presidente quiso explicar las
iniciativas que envió al Congreso para combatir la corrupción y se refirió al
IFAI, como “el Instituto de información y de acceso a la opinión pública”, un
yerro mediáticamente difundido.
Al día siguiente, el viernes 18 fue votada la presidencia
del IFAI y al recaer en el recién llegado Gerardo Laveaga, el derrotado José
Ángel Trinidad Zaldívar, quien se creía con los merecimientos para estar al
frente del órgano, lanzó el primer gran golpe al Instituto el día 21, durante
la toma de protesta. Criticó a Laveaga porque “tiene un rezago de 291 asuntos,
a diferencia de todos los demás que rondamos en promedio los 63”. Vaya, ¿un
ladrón es menos delincuente porque robó una playera que el que robó millones de
pesos?
Se debe investigar también lo ocurrido en el IFAI el día 18
porque al parecer Sigrid Artz recibió presiones de Trinidad Zaldívar para votar
por él o de lo contrario la tomaría en su contra, y lo cumplió. Estos
escándalos han sido tomados por el yerno de Manlio Fabio Beltrones, el senador
verde Pablo Escudero y el perredista Julio César Moreno Rivera, para pedir la
remoción de todos los comisionados, alentados también por el coordinador de los
priístas en el Senado, Emilio Gamboa.
Vaya, una vuelta al pasado, de control absoluto, en el
futuro del IFAI.