El presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó su
postura de rechazo al autoritarismo ante cualquier situación, particularmente
en el control de la epidemia de COVID-19. Sostuvo que la reducción en los
contagios se debe a la actitud de colaboración de la población.
“Desde que empezamos a enfrentar la pandemia de coronavirus
dejamos de manifiesto que todo se iba a hacer por convencimiento, persuadiendo
a la población y así hemos tenido buena respuesta. La gente se ha portado muy
bien. No ha habido actos autoritarios de parte del gobierno federal. No ha
habido prohibiciones, toque de queda. Todo ha sido un llamado a que actuemos
como ha sucedido: de manera responsable”, destacó.
En conferencia matutina en Villahermosa, Tabasco, el
mandatario se dijo a favor de resolver problemas mediante el diálogo y sin
hacer uso de la fuerza.
“No se va a imponer nada. No se va a utilizar la fuerza. (…)
Soy partidario de la no violencia. Espero que se aclaren las cosas”, remarcó al
lamentar los hechos ocurridos en Jalisco.
Indicó que la investigación de estos actos corresponden a
las autoridades locales y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos. De ser
necesario, a la Fiscalía General de la República.
Afirmó que desde el gobierno federal no hay interés en
perjudicar a ningún gobierno estatal y que su única preocupación es hacer
frente a los problemas nacionales.
“Cada quién tiene que asumir su responsabilidad. Somos
respetuosos de la independencia que tienen las autoridades municipales y de la
soberanía que tienen los gobiernos de los estados. No tenemos interés en
pelearnos con ningún gobernador. (…) No participo en cuestiones partidistas. No
soy jefe de grupo, jefe de partido. Represento al Estado mexicano. No tengo
ningún propósito de afectar autoridades locales”, enfatizó.