María Elena P. Alvarado solicita a las autoridades competentes
tomen cartas en el asunto, exige justicia para que no quede impune esta agresión
de la cual fue víctima, responsabiliza de manera directa a Abelardo Padilla
Durán y su esposa Nancy Victoria Hernández C., ambos trabajadores del grupo de
trabajo de la dirección de Ecología de Valle de Chalco a cargo del Director, Fernando
Travieso Hernández a quien también responsabiliza porque los susodichos
aseguran estar protegidos por flamante servidor público.
viernes, 10 de enero de 2020
Nadie debe preocuparse; está garantizado el derecho a la atención médica y medicamentos gratuitos, asegura presidente AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador refrendó el
compromiso de brindar atención médica y medicamentos gratuitos a toda la población.
Recordó que la sustitución del Seguro Popular por el Instituto Nacional de
Salud para el Bienestar (Insabi) elimina el requisito de la póliza de
afiliación, por lo que desde el 1º de enero únicamente se solicita INE o CURP
al asistir a una consulta.
Refirió que cerca del 60 por ciento de los mexicanos no
tienen seguridad social, por lo que “el propósito es que todo el que se
enferme, que necesite atención médica y medicamentos, pueda ser atendido, se le
garantice el derecho a la salud”.
“La gente no debe de preocuparse. Si estaba inscrita en el
Seguro Popular, va a seguir recibiendo servicio médico, para eso es este plan”,
agregó.
Indicó que los ahorros del combate a la corrupción
permitirán mejorar la infraestructura, contratar a más personal que cubra todos
los turnos en hospitales y centros de salud, recibir a pacientes gratuitamente
y darles las medicinas que requieran, además de basificar a los trabajadores.
“Es todo un desafío que tengamos médicos en las comunidades
más apartadas y que estén todos los medicamentos, no solo el llamado cuadro
básico”, apuntó.
Sostuvo que el Insabi no cobrará cuotas de recuperación en
todo el país; “tiene que hacerse una labor (…) nosotros lo que queremos es
crear un sistema de salud pública de primera y gratuito porque la salud y la
educación no son privilegios, son derechos”.
En conferencia de prensa matutina informó que este año el
presupuesto de salud aumentó a 40 mil millones de pesos. Hay plazas vacantes de
médicos y enfermeros; además, se concluirán hospitales heredados por las
anteriores administraciones.
“En el llamado Seguro Popular había como seis mil, ocho mil
personas que se dedicaban a censar, a afiliar; la distorsión llevó a que hay
mucho más personal administrativo que personal médico”, comentó.
El mandatario pidió a todos los trabajadores y usuarios del
sistema público de salud denunciar actos de corrupción “para que entre todos
mejoremos los servicios que se ofrecen a la población y que nos ayuden
denunciando corrupción”.
Reiteró que el primer nivel de atención médica debe poner
énfasis en la prevención de padecimientos.
“Queremos tener hospitales de primer mundo pero también que
la gente pueda ser atendida en los primeros niveles de atención médica. Ese es
el objetivo y nos tenemos que ir sensibilizando todos: médicos, enfermeras y
desde luego los servidores públicos”, aseveró.
Algo más que palabras
Tiempos difíciles
“La auténtica
libertad se asienta en la potestad de uno mismo sobre sí”
La legión de abusadores no cesa en este planeta en el que
proliferan tantos dominadores sin miramiento alguno. Por doquier rincón
encontramos gentes que son explotadas, comercializadas, sometidas al antojo de
un poder sin escrúpulos. Cada día son más los timadores de existencias. La
plaga se extiende como la pólvora. Las redes irresponsables y corruptas de
determinados imperios injustos, acaban por arruinarnos interiormente la propia
esperanza que llevamos consigo. Es tal el bombardeo de miserias que nos seducen
diariamente, que no podemos ser una generación pasiva, máxime en un momento de
tantas contrariedades e incertidumbres, que socavan el crecimiento y agudizan
las desigualdades. Sin duda, frente a esta multitud de sufrimientos, estamos
obligados a detener esta escalada de usurpadores de savias, con la cooperación
de todos, y la colaboración de los gobiernos que deben respetar las libertades
fundamentales. Desde luego, tenemos que perseverar en el camino de los sueños,
reivindicar energía para poder ser uno mismo, aprender a no quedarse paralizado
por los miedos, pues lo transcendente es salir de esta atmósfera anestesiada y
disponerse a volar, sin permitir que a uno le corten las alas. Uno tiene que
tener la autonomía necesaria para poder ser dueño de su propio andar. No
olvidemos que la auténtica libertad se asienta en la potestad de uno mismo
sobre sí.
También hay que reducir las tensiones, no vayamos a llegar a
una quema destructiva, reiniciemos permanentemente nuevos diálogos, pongamos
moderación en los lenguajes y un espíritu de concordia. Las rivalidades entre
humanos nunca fueran buenas consejeras. Es hora de cambiar comportamientos
bélicos por actuaciones que fomenten
otras atmósferas más pacíficas. Escucharse es una forma de entenderse. A veces
me pregunto cómo se las arreglan esas gentes de paz, esos que escapan de la
locura de encenderse mutuamente y no abrazarse, pues de continuar con el ojo
por ojo, todo el mundo acabará ciego. El buen juicio, indudablemente, no
necesita de ninguna batalla. Hemos de huir de las acciones inflamatorias, que lo
único que empujan son a las barbaries más crueles, la de matarse entre análogos
como una condición normal de la existencia. Ojalá estos nuevos tiempos nos
hagan meditar y no falten las invitaciones a la racionalidad y al gusto por lo
que realmente nos embellece el corazón, el espíritu armónico, para no volver a
ceder jamás a la tentación de la violencia y al terror de la guerra. En este
sentido, nos alegra que México y Naciones Unidas profundicen su colaboración
para el mantenimiento de la paz en el mundo. Sin duda, las misiones de paz, u
operaciones de mantenimiento, son un recurso de la comunidad internacional de
la citada Organización para apoyar a un país a recuperarse tras un conflicto
armado; y, precisamente, México tiene conocimiento sobre entrenamiento y
capacidades militares y de policía que pueden ayudar a mejorar dichas
operaciones; con un enfoque en derechos humanos y la interacción con las
comunidades y la sociedad civil.
Por otra parte, ya está bien de recluirse, de no levantar
cabeza, de no poder ser lo que uno quiera ser, porque los dominadores, a través
de sus discursos incendiarios, tracen otros caminos e impongan criterios de
sumisión. Lo que nos fraterniza no es la prepotencia sino la servidumbre, la
mano tendida hacia esa utopía comunitaria, la capacidad de meditar e imaginar
unidos, los grandes horizontes que miramos juntos, y que hemos de sobreponernos
a esta época de dificultades, reaccionando siempre con generosidad y espíritu
conciliador. Compasión, creatividad y confianza es lo que verdaderamente activa
nuestro desarrollo. El futuro es de cada ser humano. No está en los que
aglutinan poder y más poder, sino en aquellos que batallan por construir un
mundo más de todos y de nadie en particular. Que jamás nos arranque nadie la
vida. Lo manipuladores, con pedestal en plaza, utilizan todo tipo de artimañas
y recursos. Pongamos atención en ello. Ya está bien de jugar a la perversión,
de fomentar la confusión, para que no se enhebren otros cimientos más puros,
sobre todo para poder impulsar la verdadera solidaridad entre mundos diversos,
con abecedarios del corazón, que son los que justamente propician esa cultura
del encuentro, de la que tan necesitados andamos.
A mi juicio, lo importante es forjar un nuevo futuro global,
sin fragmentación, fortaleciendo la unión entre todos los moradores. Desde
luego, si en verdad queremos luchar contra esa cadena de abusadores, tenemos
que salir a desenmascararlos. No podemos guardar silencio ante situaciones
dolorosas. Por muy duras que sean las circunstancias, hemos de mostrar
conciencia crítica y libertad de acción, pues hay que proseguir el camino
existencial y no podemos dejarnos llevar por la desolación, por muy fuerte que
sea la polvareda de dudas y dolores. Siempre hay que detenerse para reflexionar,
hacer memoria, no caer en las trampas para poder erguirse tranquilo. Hemos de
salir de este espíritu corrupto dominador, envuelto en las encrucijadas de las
ideologías, que lo único que hacen es amargarnos la existencia. No hay mayor
dificultad que no tener fuerza para levantarse y ponerse en camino, hacia otros
espacios más equitativos, que son los que verdaderamente nos hermanan. Quizás
nos falte el coraje de ese alma protector, siempre ahí, en guardia permanente,
con un liderazgo de entrega incondicional para proteger cualquier ser humano y,
también nuestra casa, la naturaleza.
Víctor CORCOBA HERRERO / Escritor
lunes, 6 de enero de 2020
Algo más que palabras
Ambientes sin conflictos
“Deberíamos hacer
prevalecer el diálogo, la razón y el derecho”.
Con el inicio del nuevo año, quiero reivindicar otros
ambientes más armónicos, arraigados con la capacidad de acogida, ante la triste
situación de desamparo y soledad que atraviesan multitud de personas en todo el
mundo. ¡Cuántas batallas inútiles! ¡Cuánto descuartizamiento de vínculos! Así
no podemos crear hogar, ni sentirnos unidos, ni apostar por hacer familia.
¡Cuánto desarraigo! Nos hemos deshumanizado totalmente. Tenemos que aprender a
perdonarnos, a querernos con el corazón, a tener paciencia por volver a empezar
de nuevo. Hay que desterrar del planeta la fuente de los conflictos. Es un
manantial que produce violencia, que reproduce crueldad e induce al fanatismo.
Las hostilidades jamás resuelven nada. Sólo hay que adentrarse en nuestra
historia y observar que está repleta de consecuencias dramáticas. Desde luego,
constatando la actualidad del planeta, se percibe un dejar hacer. O que otros
resuelvan, lo que es un compromiso colectivo. Sea como fuere, considero que
hacemos bien poco por encender otras atmósferas más moderadas y comprensivas.
Deberíamos hacer prevalecer el diálogo, la razón y el derecho. ¡Qué triunfe lo
bueno sobre lo malicioso!, es un buen horizonte a explorar.
En la medida en que toda la humanidad sepa redescubrirse en
su análogo, prevalezca el bien de la humanidad en su conjunto, nos escuchemos
más todos, para coaligados poder encarar cuestiones tan vitales como la crisis
climática, la desigualdad, concretada toda esta acción en el reconocimiento y
en el respeto a los derechos humanos. La
apuesta por otros ambientes de mayor placidez
y tranquilidad, tienen que enhebrarse junto a los valores de justicia, igualdad
entre diversos y espíritu solidario. En este sentido, personalmente me llena de
alegría, que para celebrar los 75 años de las Naciones Unidas, desde la
Organización se active “la conversación más grande del mundo en la que todos
podemos colaborar con ideas para construir el futuro que queremos”. Nada
bondadoso se puede construir en el planeta si la cooperación mundial decrece,
si la acción colectiva se vuelve pasiva, si el descontento popular va en
aumento, si disminuye la confianza entre los moradores y crece la tensión en
las relaciones entre países. Ya está bien de tantos aislamientos interesados,
del sometimiento a lógicas comerciales, del adoctrinamiento egoísta para el
éxito individual a toda costa, con el nefasto endiosamiento que esto supone, de
la continuidad del dictado de las finanzas, cuando se trata de vivir y de dejar
vivir, de discernir cada cual su específica vocación interrogándose libremente,
sabiendo que todo requiere entusiasmo y acompañamiento.
Sin duda, el futuro hay que forjarlo entre todos. Nadie
puede quedar excluido. La receta del escritor suizo Henry F. Amiel (1821-1881),
de que “si existe algún conflicto entre el mundo natural y el moral, entre la
realidad y la conciencia; esta última es la que debe llevar la razón”, quizás
sea el mejor aliento que tenemos para poder digerir la realidad que hoy nos
circunda, con tantas ofensas y violaciones que frecuentemente vienen
produciéndose a los derechos humanos. Desgraciadamente son demasiado numerosos
los conflictos, sobre todo dentro de los distintivos Estados, incluso también
en las propias familias, lo que debiera hacernos repensar sobre los motivos que
los ocasionan. A mi juicio, se percibe una espiral perversa, que todo lo
confunde y ensaña, con unos escenarios verdaderamente siniestros, en la que
niños, mujeres y ancianos indefensos, suelen ser las víctimas de nuestros días,
sin culpa alguna. Considero, por tanto, que urge encontrar vías para el diálogo,
comenzando porque los líderes (políticos, religiosos, gobernantes…)
ejemplaricen más sus acciones, respetando lo diferente y confluyendo en una
colaboración armónica que allane los problemas de la convivencia, moviéndonos
hacia otro mañana más colateral.
Indudablemente, el apoyo de Naciones Unidas, como única
organización mundial existente, es esencial, al menos como foro global. El que
todos los países pueden debatir los asuntos más complicados, además de mantener
la conciliación entre todo el linaje, es ya un avance hacia esa unidad. Se
impone hoy, tal vez con mayor urgencia que nunca, la necesidad de cultivar algo
tan innato como la deferencia y el respeto hacia toda vida, de poner en valor
el espíritu de los principios universales, para poder afrontar los problemas de
un presente desbordado por mil trances y peligros. No hay otra gramática que la
del sosiego del alma para retornar a esa quietud que todos nos merecemos. Por
eso, es primordial, que los progenitores den prueba de moderación en sus
familias, que los educadores transmitan en todas las áreas del saber los
auténticos valores que nos hermanan, que la ciudadanía se dignifique y los
liderazgos trabajen por el orden y el bienestar de todos. Sabemos que trabajar
por la paz es una empresa difícil, y además arriesgada, incluso para la
particular integridad personal, pero no podemos bajar la guardia, y el cometido
ha de ser deseado siempre, pues hemos de poner paz en esos círculos de luchas,
de pugnas y contiendas inútiles, de absurdas rivalidades que lo único que
ocasionan son sufrimientos. Hagamos por siempre las paces, tanto dentro como
fuera de nosotros. ¡Qué esa innata clemencia, que todos llevamos consigo, ayude
al género humano! Lo necesitamos.
Víctor CORCOBA HERRERO / Escritor
Atiende Protección Civil y Bomberos de Toluca caída de árboles por ráfagas de viento
Toluca, Estado de México.
Ráfagas de viento cercanas a los 60 kilómetros por hora que
se registraron en Toluca provocaron la caída de 45 árboles, dos postes de la
CFE, un espectacular y el colapso de una barda en varios puntos de la capital
sin reporte de lesionados, los cuales fueron atendidos por la Coordinación
Municipal de Protección Civil y Bomberos con apoyo de la Dirección General de
Seguridad Pública.
De acuerdo con el reporte preliminar de la citada
dependencia, las zonas con mayor afectación fueron las colonias La Magdalena,
Rancho la Mora, Zona Industrial Toluca, San Cristóbal Huichochitlán y Santa
Cruz Atzcapotzaltongo; sin embargo también registraron árboles al piso en otros
30 puntos de Toluca como Moderna de la Cruz, Valle Verde, Independencia, Santa
Ana Tlapaltitlán, Maquinita, San Lorenzo Tepaltitlán, Santiago Miltepec, Santa
Clara y Jicaltepec Autopan.
En la totalidad de zonas afectadas personal municipal
realizó el retiro y limpieza de árboles y follaje de los ejemplares caídos,
donde las ramas obstaculizaron algunas arterias viales.
De igual manera, el reporte indica que resultaron afectados
cinco vehículos y dos viviendas; hasta el momento se registran saldo blanco con
únicamente daños materiales.
Personal de las direcciones generales de Servicios Públicos,
Seguridad Pública y cadetes de la Academia de Policía, apoyan en los cierres
parciales de calles para remover árboles, ramas y postes caídos.
Asimismo, hubo afectaciones viales por la falla de semáforos
en las calles Miguel Hidalgo esquina Agustín Millán y Fray Juan de San Alberto,
Paseo Tollocan y Tecnológico; una vez restablecida la energía eléctrica los
semáforos funcionaron de manera habitual, de acuerdo con la Dirección de Sustentabilidad
Vial de Toluca.
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