martes, 30 de octubre de 2012

Columna


Reflexiones
Por Francisco Alfaro Ramírez

APOYO A LAS ORGANIZACIONES CIVILES

Existen actualmente muchas organizaciones salidas de la sociedad civil que encaminan sus esfuerzos para solucionar problemas que el Estado no puede resolver, así se han aparecido organizaciones civiles que prestan su atención, a los grupos vulnerables desde las mujeres golpeadas, alcohólicos anónimos, neuróticos anónimos, apoyo al migrante, asilos, orfanatos, atención a personas con algún síndrome, apoyo para niños quemados, atención y prevención a las adicciones, kilo de ayuda, bécalos, la cruz roja y algo que es muy recurrente en nuestro país, y se ha hecho gran difusión que son las personas con algún problema sicomotor, entre otras instituciones, que en un esfuerzo colectivo y, gracias a la cooperación colectiva han aliviado en parte la problemática que resulta de alguno de los problemas a los que se enfrenta la sociedad, que pueden ser algunos prevenibles, pero por ignorancia y falta de educación se multiplican.

Aunado a lo anterior también existe la falta de capacidad, de visión y debido al continuo despilfarro de los gobernantes el dinero no alcanza para prevenir y remediar muchos de estos males, por lo que las sociedades civiles han salido al quite.

Los donativos que en muchas ocasiones son deducibles de impuestos, es la manera de que empresarios, personas físicas y morales, en vez de pagar impuestos completos al gobierno deciden dar un granito de arena para esa gran construcción para atenuar los grandes males que se presentan en una sociedad del tercer mundo.

Se debería de ver también la posibilidad de pagar a través de los gobiernos vía nuestros impuestos a la iniciativa privada para que reparen baches, que se encargue del alumbrado público, que le de mantenimiento a las carreteras, que controle y haga a las cárceles productivas, ya que la mantención de éstas nos sale caro, pero lo peor es que muchos de los recluidos no son productivos, ni para la sociedad ni para ellos, la colecta de basura que debería de darse también en cañadas, ríos y lagunas, así como la limpieza de las calles, tendría que estar en manos de empresas privadas, pero siempre evitando que se concesione a los parientes de los políticos que hoy tenemos, buscando empresas responsables y que garanticen un excelente servicio y un salario justos para sus trabajadores, adelgazar la burocracia y ampliar la base trabajadora es un ideal del liberalismo.

El Estado tiene que ser regulador, vigilante, garante de que la norma se cumpla, que se aplique de manera pronta y eficaz la justicia, debe de garantizar la educación,  el derecho a la salud, la paz social, las libertades y siempre evitar la violación de los derechos de las víctimas de la delincuencia, mantener al gobierno como empresario y acaparador de monopolios ha sido la manera para evitar que se amplíe la base trabajadora, pero también se ha prestado para la falta de rendición clara de las cuentas de las riquezas pertenecientes al pueblo y que el estado debería administrar de manera correcta, siempre pensando en el bien común.

La palabra endeudamiento o deuda pública nos muestra abiertamente que los gobiernos trabajan por consigna sin administración y no con lógica, la deuda pública se adquiere para hacer un bien público, y que de manera inmediata y urgente se debe de realizar, dándole al pueblo un nuevo servicio o mejorando los ya existentes.

Apoyar a organizaciones no gubernamentales ayuda a que se atenúen los grandes problemas de la población, evitando que todo el dinero de nuestros impuestos sea despilfarrado en los caprichos y muchas obras que intentan apantallar, caso concreto la estela de luz que en apariencia conmemoran los 200 años del inicio de la lucha armada por la independencia de México, entre otros tantos despilfarros, que en nada beneficia al pueblo.

Aun cuando los fallidos políticos aparezcan haciendo la pantomima de que están en primera fila apoyando a las sociedades civiles, vemos que la aportación más grande la hacen los que menos tienen y que ofrecen su corazón, su tiempo y su esfuerzo para apoyar a quienes desgraciadamente están al margen de los apoyos gubernamentales.

No hay preguntas hay una recomendación: En la medida de nuestras posibilidades apoyemos las causas nobles que engrandecen al espíritu solidario del pueblo de México.