EN ÚLTIMO MINUTO, CALDERÓN EXTENDIÓ BENEFICIOS
EXPRESIDENCIALES A TODA SU FAMILIA: VILLANUEVA
Un ex presidente percibe por su salario más gastos de
ayudantía y seguridad la cifra de 5 millones 005, 121 pesos mensuales
Los autores Hilda Nucci y Ernesto Villanueva, acompañados por Jorge
Fernández Ruiz y Edgar Corzo Sosa.
México. D. F., a 25 de enero de 2013.- En una reedición más del uso y abuso del poder en México, de
último minuto Felipe Calderón extendió los Beneficios Expresidenciales a toda
su familia, en el uso extendido de la palabra y no como jurídicamente se le
entiende a la familia monoparental, por lo que existe la posibilidad de
incrementar aún más la exorbitante cifra de 5 millones 005, 121 pesos mensuales
que actualmente perciben nuestros ex primeros mandatarios.
“El caso de Felipe Calderón es verdaderamente sorprendente.
Cuando se terminó el libro y lo presentamos en la Feria Internacional del Libro
en Guadalajara, jamás pensamos que el libro iba a tener la fuerza para que el
propio presidente el último día de su mandato publicara una reforma al
reglamento del Estado Mayor para autoprotegerse y autootorgarse más cosas”,
expresó anoche Ernesto Villanueva Villanueva, coautor junto con Hilda Nucci
González del libro “Beneficios Expresidenciales” (Editorial Themis, 2012),
durante la presentación realizada en el Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM.
El investigador expresó que debido al anuncio previo de la
existencia del libro, donde se dieron a conocer avances del mismo, permitió al
ex presidente realizar los agregados: “La primera, aiga sido como aiga sido, lo
que ya se tuvo aquí se queda, y lo puso en transitorio; segundo, él entiende
familia en un concepto coloquial de la expresión, es decir, la abuelita, la
tía, los sobrinos… para otorgarles servicios de salud en el hospital militar,
no en el ISSSTE como correspondería a un ex servidor público” y tercero, además
de los 425 elementos que ya tenía, poder incrementar la seguridad, según las
circunstancias lo ameriten, es decir, ya no tenemos límites, pueden ser los que
la imaginación alcance”.
Villanueva comentó que en una interpretación muy personal el
incremento desmedido de personal para seguridad podría ser debido a las
molestias que dejó en la gente que perdió a sus familiares durante la guerra
iniciada contra el narcotráfico, la cual, insistió el autor, quizá no lo fue
tanto porque no existen pruebas documentales de la muerte de Nazario Moreno,
líder de la Familia Michoacana, que puso en su Informe de Gobierno, por
ejemplo.
Además, el responsable del área de Derecho de la Información
del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM reveló lo que supone un
engaño más a todos los mexicanos, éste por parte del ex presidente Ernesto
Zedillo, quien en su momento dio a conocer a la opinión pública una presunta
renuncia al beneficio económico, pero al realizar las solicitudes de
información a la Secretaría de Hacienda y la Presidencia de la República, la
respuesta fue la inexistencia de la renuncia así como de la respuesta a dicha
renuncia, lo cual constituye una simulación más del poder.
Villanueva fue acompañado en la presentación, además de su
coautora Hilda Nucci González por los investigadores Jorge Fernández Ruiz,
Daniel Márquez Gómez y Edgar Corzo Sosa, quienes argumentaron a favor de la
obra que se encuentra por el momento en las librerías de la UNAM.
En su momento, Hilda Nucci dio a conocer lo siguiente: “De
conformidad con el Presupuesto de Egresos del ejercicio fiscal 2011-2012, la
pensión que recibe un ex Presidente es de $ 205 mil 122.06 pesos (equivalente
al salario mensual de un Secretario de Estado). Empero, a esa pensión habría
que agregar la cantidad de $ 4 millones 799,999.00 pesos por gastos de
ayudantía y seguridad. Así, un ex Presidente percibe ingresos mensuales que
ascienden a $ 5 millones 005, 121 pesos”.
La coautora destacó que además de ser ilegales estos
beneficios porque el Acuerdo Presidencial núm. 7637, registrado con fecha 25 de
noviembre de 1976 ni en el Acuerdo Presidencial núm. 2763-BIS, del 31 de marzo
de 1987, como tampoco el Reglamento del Estado Mayor Presidencial, del 16 de
enero de 2004 fueron firmados por los entonces presidentes de la República Luis
Echeverría, Miguel de la Madrid y Vicente Fox y mucho menos fueron publicados
en el Diario Oficial de la Federación; por tanto, son carentes de toda
obligatoriedad para el Estado Mexicano. Es decir, se trata de ordenamientos
discrecionales y, por tanto, su carácter es ilegal.
El resultado de estas cifras implica que los ex mandatarios
mexicanos cobran mensualmente 500 por ciento más que el segundo país con estos
salarios, como es Singapur, 600 por ciento más que Suiza y más que Australia,
Nueva Zelanda, Canadá, Sudáfrica, Reino Unido, Estados Unidos, España,
Colombia, Chile, Italia, Francia, Perú y Dinamarca, entre otros, explicó Nucci
González.
Jorge Fernández Ruiz, especialista en Derecho
Administrativo, y coordinador del Área de Derecho Administrativo del Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, agregó que los beneficios o
privilegios desvelados por esta investigación sin precedente demuestran que
“además del atraco a la igualdad se está creando una sociedad muy exclusiva, la
de los ex mandatarios que se suma a las de los países que tienen gobierno
monárquico, pues se convierten en Jefes de Estado vitalicios, con privilegios
hereditarios desmedidos por encima del artículo 12 constitucional”.
Daniel Márquez Gómez coincidió que todos estos privilegios
ocurridos en pleno Siglo XXI se deben a la escasa masa crítica y que la
socialización del conocimiento en estos temas cumple tareas meramente
testimoniales; es ahí donde radica el gran problema de la impunidad en este
país. “Parece ser el referente básico de la acción pública en el país: se puede
violar la ley, se puede documentar, podemos señalar a los responsables y todo
se queda en el escándalo del noticiario matutino, en la primera plana de algún
periódico y quizá en el recuerdo de algún académico que en algún momento tendrá
que recordar esto para, posiblemente, escribir un libro como éste”.
Por su parte, Edgar Corzo dijo que si tuviera que escoger
una frase del libro, “me quedaría con aquella que contrasta los beneficios
vitalicios a favor de una persona con un cargo que no pasó más allá de seis
años” porque con seis años “se asegura la vida no sólo de una familia, sino de
varias generaciones; en cambio, una persona podrá haberse dedicado toda su vida
a ser profesor e, incluso, pudo ser que haya corrido con suerte y fuera
nombrado comisionado por la primera maestra, pero si no estuvo en el lugar
correcto, no asegurará el resto de su vida ni el de varias generaciones y sólo
tendrán para comer mendrugos”.
Finalmente todos los participantes en la presentación
coincidieron en que es urgente la movilización social que urja la creación de
un marco normativo legal para otorgar beneficios de acuerdo con el estado del
país, de sus finanzas y acorde con el servicio prestado, pero lejos de los
privilegios exacerbados existentes hoy.