jueves, 9 de junio de 2016

Por la libertad de expresión y el derecho a informar se solidarizan comunicadores de la Zona Oriente del Edoméx

  • Nada que festejar el 7 junio “Día de la Libertad de Expresión”.
  • Dedicaron un minuto de silencio a los periodistas asesinados en estos últimos años.

Valle de Chalco, Estado de México. Representantes de medios informativos se concentraron en la plazoleta de este municipio en el marco del día de la Libertad de Expresión, lugar donde depositaron una corona de flores como muestra de respeto a los periodistas que fueron asesinados cobardemente.

En esta reunión, se habló sobre el derecho a informar a la sociedad y de ejercer con total libertad este quehacer fundamental, sin temor a represalias.


Cabe hacer mención, qué en estos últimos años, ha ido en aumento las agresiones y el número de asesinatos contra periodistas, sin que autoridad alguna resuelva estos casos que causan indignación al gremio periodístico que solo tiene como armas su cámara, micrófono, grabadora, papel y lápiz, para dar a conocer los acontecimientos que día a día se presentan en las distintas zonas de la República Mexicana.

Al término del evento, un minuto de silencio fue concedido a los periodistas que perdieron la vida en la noble labor de informar.

martes, 7 de junio de 2016

Nada que festejar en el día de la libertad de expresión, continúan sin castigo las agresiones a periodistas en México

Hoy, en este día 7 de junio, se celebra el día de la Libertad de Expresión en México, como derecho humano básico, constitucional y fundamental, que contribuye al ejercicio de otros derechos y libertades fundamentales como la libertad de prensa, los derechos de reunión, asociación y participación política.

La libertad de expresión es una garantía individual con la que cuentan todos los hombres, según lo marca la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, además de estar incluida en varias constituciones a lo largo y ancho del mundo.

La UNESCO señala que el Día de la Libertad de Expresión en México es una fecha para recordar que los gobiernos deben respetar los compromisos de libertad de palabra, de información y de expresión, aboliendo cualquiera de las medidas que restringen estas libertades”, sin embargo, este derecho fundamental se ha visto lastimado en estos últimos 10 años, debido al creciente número de ataques a periodistas, de acuerdo con datos de Artículo 19, organismo dedicado a la defensa de la libertad de expresión con sede en México y Centroamérica.


Urge que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), la Procuraduría General de la República (PGR), autoridades estatales y federales, tomen cartas en este asunto, donde periodistas, editores, reporteros, corresponsales, fotógrafos, camarógrafos y representantes de medios de comunicación se encuentran desprotegidos, ante la ola de violencia que flagela al país, es necesario, que retomen las investigaciones correspondientes de quienes han sido asesinados, secuestrados y agraviados, entre otros muchos casos, para que se lleven a cabo las medidas necesarias con el objetivo de salvaguardar la integridad de los comunicadores dentro del país.

"En los últimos dos o tres años, la cosa va peor en libertad de expresión"

La ley 3 de 3 es una cortina de humo, destaca John Mill Ackerman

  • “Nos invitan a sentirnos mal por el simple hecho de ser mexicanos, llaman a despolitizar a la sociedad mexicana, hacen pensar que la política es una pérdida de tiempo, pero esto no es un fenómeno nuevo, pues siempre nos han querido vender la institucionalidad del estado mexicano”, puntualizó.



Ciudad de México.- La Ley 3 de 3 es como el Teletón; una cortina de humo donde se contempla una causa importante, pero en lugar de realmente organizar a la gente para luchar y cambiar la forma en que funcionan las instituciones o que haya una protección real, lo que se propone son salidas fáciles, pero en lo que concluye es sólo reforzar este mismo problema, destacó el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), John Mill Ackerman al concluir la presentación de su libro “El mito de la transición democrática”, durante el Librofest 2016.

“La Ley 3 de 3 está siendo negociada por un grupo específico, donde al parecer hay muchos obstáculos y al final la Ley Anticorrupción es probable que no sea la que se propuso en un inicio para recabar las firmas, por lo que podría haber una traición de los representantes hacia los firmantes, aunque espero que no sea así”, destacó el escritor.

Añadió que las leyes anticorrupción se han hecho desde hace 20 años, pues ya existe la autonomía a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), con el fin de combatir la corrupción; existe también una Ley de Transparencia, así como el Artículo 6to de la Constitución, por lo que se apuesta a la vía fracasada, la vieja política, por lo que destacó, lo que debemos ajustar es la vía política; es decir, tomar las instituciones públicas y ponerlas al servicio de la sociedad para que realmente sirvan. “Poner un secretario de Defensa que tenga como prioridad a los mexicanos y dejar de seguir órdenes del gobierno de los Estados Unidos, principal causa de represión en el país.

Por ello, Ackerman destacó que el libro “El mito de la transición democrática” fue escrito como un llamado para despertar, una invitación a la rebeldía, donde se tiene que partir de una gran mentira, ya que durante mucho tiempo se ha asegurado que los mexicanos son inconscientes y apáticos.

“Nos invitan a sentirnos mal por el simple hecho de ser mexicanos, llaman a despolitizar a la sociedad mexicana, hacen pensar que la política es una pérdida de tiempo, pero esto no es un fenómeno nuevo, pues siempre nos han querido vender la institucionalidad del estado mexicano”, puntualizó.

Añadió que desde su punto de vista, el pueblo mexicano es muy consciente, muy participativo, muy culto, con una gran historia, una cultura de rebeldía pero que se encuentra atrapado dentro de un sistema de control oligárquico que tiene muchas aristas para evitar que el movimiento de indignación y consciencia se manifieste en un gran movimiento.

“Hay un estallido social constante en el país, por ejemplo, los maestros están en pie de lucha. Las personas que aseguran que los mexicanos son muy apáticos, son los mismos que descalifican a los maestros… ¿entonces en qué quedamos, los mexicanos son apáticos o no les gusta la forma en que no lo son? Sólo dan argumentos circulares que promuevan que la gente no haga nada, pero es falso que los mexicanos sean pasivos, es falso que los maestros sean bárbaros”, expresó el autor.

Si los habitantes de este país estuviésemos dormidos, no existiría la repulsión hacia un Presidente de la República, lo que demuestra la consciencia mexicana. “El país puede cambiar si se pone en práctica la rebeldía colectiva, sé que no es fácil, pero tampoco es imposible, tenemos todo para poder hacerlo. La participación ciudadana es cotidiana, no sólo se trata de manifestarse o votar, hay muchas formas de organización comunitaria, incluso se puede hacer política desde casa, hay diversas directrices para cambiar las cosas, el asunto central es rescatar la política, donde los políticos quieren esterilizarla”, recalcó el investigador.

Precisó además que todos los días en las calles de México hay movilizaciones, por lo que no hace falta conciencia ni acción, lo que nos falta es articularnos de un mismo lado, pues todos estamos luchando por un país mejor.

Explicó además que en la actualidad, los que están defendiendo la Patria hoy no son los soldados, aunque los respeta, pero los que están dando el ejemplo son los maestros, mismos que merecen todo el respaldo, “ahí está la llave para el cambio en nuestro país que ya no aguanta más el saqueo, y, por supuesto, seguir su ejemplo en otros ámbitos”.

Durante la ponencia sobre su libro “El mito de la transición democrática”, Ackerman indicó que hay que tomar en cuenta que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), se crea en 1946 como un régimen político de simulación, pues este partido reemplazó al que fue creado el 30 de marzo de 1938, 15 días después de la expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas, ostentándose como un partido de masas.

Pero a partir de 1946, es cuando se traiciona la justicia de nuestra constitución. La buena noticia es que lo sabemos, pues el descontento ha llegado a niveles insostenibles, México es el menos satisfecho con el funcionamiento de su sistema político, es el país más “sospechosista”, como diría Santiago Creel cuando fue secretario de gobierno, destacó el autor.

En la presentación del libro que se llevó a cabo en la UAM Azcapotzalco, también participó el jefe del departamento de Economía de la mencionada unidad, Abelardo Mariña Flores, quien resaltó que “El mito de la transición democrática”, presenta dos ideas que son muy importantes, una de ellas es que la alternancia en el poder está limitada desde el inicio, donde tenemos toda una institucionalidad que ha ido “perfeccionándose”, de la cual no podemos confiar en lo absoluto, porque las reglas no son parejas en el plano electoral y, por otra parte, refleja la constatación de que el pueblo mexicano ha resistido al poder y a los poderes fácticos, por ello, el libro pone mucho énfasis a movimientos sociales de los últimos 30 años, incluyendo el caso Ayotzinapa.

“El Estado atraviesa una crisis estructural, pero no significa que exista un colapso de los poderes fácticos, hay que tener mucho cuidado de ser demasiado optimistas porque este Estado tiene mil formas de restablecerse y sigue siendo muy fuerte”, concluyó Mariña Flores.

Finalmente, Rodrigo Argel Gamboa Garnica, consejero y colegiado académico de la UAM-A, explicó que “El mito de la transición democrática” de Ackerman, aborda temas coyunturales de nuestro país, donde se demuestra la caída de la confiabilidad de la figura gubernamental.

Algo más que palabras

Encuentro entre generaciones

Víctor Corcoba Herrero/ Escritor 
Mientras el mundo de la ciencia tecnológica se afana y desvela en buscar la aplicación, para poder controlar todo desde el móvil, y de este modo convertir nuestros hogares en fríos espacios, donde el diálogo apenas existirá, frente a un absurdo ensimismamiento de robóticas sin corazón, dispuestos a servirnos siempre, o sea a endiosarnos, y sobre todo a no dejarnos pensar. A veces nos cuesta creer que abandonemos el pensamiento, tan imprescindible para la convivencia, y tan necesario para retomar conciencia de la justicia, en un mundo cada día más devaluado de talentos por falta de oportunidades.  Cada ser humano, por si mismo, precisa realizar sus propias etapas de la vida. Sólo así se puede templar el alma y descubrir que, todos los momentos vividos, son ineludibles para poder crecer como persona. Cada edad, aparte de tener su mística contemplativa, tiene también su pulso y su pausa, es decir, su específico desarrollo. No se pueden saltar ciclos, como tampoco se puede abandonar la palabra, pues es lo más importante de todo lo que tenemos los seres humanos. Por desgracia, en este afán existencial por correr; a los niños no les dejamos ser niños; a los jóvenes no les permitimos que se equivoquen; y, a los que han entrado en el atardecer ya de sus vidas, apenas les escuchamos.

En el arte de la palabra, en nuestra concreta literatura de sueños y andares, se requiere un encuentro de generaciones que nos impulsen a injertar en el aire los más níveos pensamientos, las más etéreas hazañas, los más sublimes deseos. Quizás, hoy más que nunca, necesitemos comprender y que nos comprendan. Tiene poco sentido, por consiguiente, hablar de progreso cuando tenemos millones de vidas humanas en desamparo permanente. Evidentemente, el trabajo infantil no es un juego de niños. Precisamente, ya que el doce de junio celebramos el Día Mundial contra el trabajo infantil y la explotación, deberíamos recapacitar sobre este problema que atañe a todos los países en su totalidad. No hay motivo para quitarle a un ser en crecimiento su infancia, o su juventud, o su ancianidad. Si la niñez es para jugar y estudiar, nunca para trabajar; la juventud  si es para formarse y además, por su estado de ánimo, un tiempo propicio para encauzar lo que ha de ser su vida posterior, por eso es importante no cortar las alas, ya que la vida pasa y no vuelve. Los jóvenes son la fuerza viva de una sociedad, pero los ancianos robustecen esa pujanza con la memoria y la cátedra del camino recorrido, lo que se conoce como sabiduría popular. Al fin hay siempre que volver a ese diálogo entre generaciones, que ha de sustentarse y sostenerse, en sólidas leyes morales; si en verdad queremos facilitar la solución de los conflictos y favorecer así, la consideración de toda vida humana. No hay otra enseñanza mejor, fundamento de toda existencia: la de respetar para que te respeten; no en vano, el primer efecto del amor es inspirar un gran afecto, una gran estima por quien se ama.

No podemos convivir sin verbo, hasta el mismo corazón precisa conversar consigo mismo en torno al ser para ponerlo en camino. No hay otra manera de entenderse. Las diversas generaciones serán tanto más fecundas cuanto más propicien este espíritu de reverencia y consideración hacia el otro. Para desdicha, la humanidad suele avivar mucho más la cultura del desencuentro, en lugar de favorecer espacios de relación; porque todos, absolutamente todos, tenemos algo bueno que aportar. Por cierto, al inicio de este mes, el vicesecretario general de Naciones Unidas, Jan Eliasson, sostenía que los niños y los jóvenes son uno de los sectores de la población que más ha sufrido de manera masiva el extremismo en los últimos años. Es una crueldad palpable en esta era de la globalización. Hemos de comprender que la juventud, vulnerable siempre ante la tentación  de los extremistas violentos que les ofrecen un salario, un sentido de pertenecer a algo y encima una promesa de gloria, tome decisiones equivocadas. Sin duda, deberíamos trabajar mucho más con los jóvenes. Hace falta generar oportunidades que les permita desarrollar sus potenciales. Sólo así serán capaces de rechazar los adoctrinamientos del odio y miedo, tan sembrados en la actualidad. Lo mismo sucede con la tremenda magnitud del maltrato de los octogenarios, definida como la acción única o repetida, o la falta de la respuesta apropiada, que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza y la cual produzca daño o angustia a una persona anciana; un importante problema de salud pública y de la sociedad en su conjunto, que puede ser de varios tipos: físico, psicológico/emocional, sexual, financiero o simplemente reflejar un acto de negligencia intencional o por omisión.

En este encuentro entre las diversas generaciones cualquier idea, provenga de donde provenga, ha de ser estimada, y tras el análisis (debate) debe convertirse en acción. Todos somos gente en ejercicio, en faena, cada cual desde su posición y etapa en la vida. Pobre de aquella especie que no se inclina ante los niños o no escucha a los que peinan canas y coleccionan arrugas, sobre todo en un momento tan proclive tanto a la malicia como a la manipulación. El mañana exige hoy la tarea de reflexionar para poder rehabilitar el campo generacional. Que a nadie le falte el aprecio,  la capacidad de donarse y recibir, permaneciendo abiertos a la autenticidad. Cuánto más bondad lleva uno consigo, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros. Luego, si prioritario es construir un futuro con trabajo decente, resulta de igual forma imposible imaginar un mundo que no protege las diversas etapas por las que pasan los pensantes moradores de este planeta. Al fin y al cabo, como decía el inolvidable novelista y periodista estadounidense John Dos Passos (1896-1970): " La creación de una visión del mundo es el trabajo de una generación más que de una persona, pero cada uno de nosotros, para bien o para mal, añade su propio ladrillo". Desde luego, a más fragmentación entre generaciones será mayor también la paralización y, por ende, las sociedades estarán más divididas y serán más dificultosas de gobernar.


A mi juicio, en el momento presente existen generaciones de jóvenes que, tal vez por complejas razones y complicados fundamentos, viven de un modo más fuerte la necesidad de liberarse del legado de sus predecesores. No se habla de otra cosa, más que de tiempos nuevos, de políticas nuevas, de finanzas renovadas. Lo viejo parece no interesar. La ruptura se lleva hasta el extremo. A mí esto no me parece saludable socialmente. De la misma manera, cohabitan generaciones de ancianos que les cuesta acercarse a los jóvenes. Sin embargo, a ambos les une que los costes de suicidio más elevados se registran en personas de setenta años o más. No obstante, en algunos países, las tasas más altas se registran entre los jóvenes. En particular, el suicidio es la segunda causa de defunción en el grupo de edad, entre quince a veintinueve años, en todo el mundo. En cualquier caso, hemos de tomar conciencia de que aquello que no se habla o discute, nos empobrece. No se trata de independizarse de nada ni de nadie, estamos hechos para vivir unidos, para crecer hermanados y, de este modo, complementarnos. Venimos de un tronco y, es desde la complementariedad entre generaciones, cómo se puede avanzar. Seguramente la propia vida sea como una escalada por una cima; de niño las fuerzas son más cortas, de joven todo se puede, y de mayor la vista es más amplia y serena, lo que nos hace verlo todo de una manera más libre. Lástima que el tiempo se nos vaya de las manos y muchos aún no intenten ni restituir familia con los suyos.

Padres de familia sufren discriminación en juzgados de la CDMX en casos de alienación parental

  • También denuncian rezago en la atención de conflictos en los 52 juzgados familiares en la Ciudad de México; la cifra llega a 29 079 expedientes al año 



Ciudad de México.- Encabezados por Juan Rabindrana Cisneros García un grupo de asociaciones de padres de familia, de ONG’s que defienden los derechos de los niños, expertos en derecho familiar y catedráticos de la UNAM denunciaron la discriminación que sufren los hombres en los juzgados familiares de la Ciudad de México en los casos de alienación parental e hicieron un llamados a los jueces para impartir una justicia igualitaria y equitativa por el bien y derecho al que tienen todos los niños.

En conferencia de prensa, el abogado y académico de la UNAM denunció que los juzgados no aplican lo que ordena la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ni mucho menos los tratados internacionales y las leyes que protegen al menor. “No queremos ni más ni menos, sólo que se apliquen las leyes y esto no se está haciendo en los juzgados de la Ciudad de México”, expresó Cisneros García.

Detalló que actualmente existen 52 juzgados familiares en la Ciudad de México (incluidos 10 orales), donde cada año se promueven 16,633 divorcios, de los cuales 4,252 parejas tienen hijos. Tan sólo en 2014 ingresaron 74,037 juicios familiares y se emitieron 44,958 sentencias, lo que representa un rezago anual aproximado de 29 079 expedientes; por lo que si se dividiera la carga de trabajo, cada juzgado tendría alrededor de 1,423 asuntos al año, de acuerdo al informe de labores de 2015 del Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX).

Por ello, los jueces no aplican el derecho en favor de la niñez, ya que además de que el proceso legal es lento e ineficiente, se discrimina sistemáticamente a los hombres, pues al padre lo tratan como a un delincuente, vulnerando la presunción de inocencia y buena fe, además de que los funcionarios públicos no ofrecen nada más que maltrato a los padres y abogados.

Juan Rabindrana Cisneros describió su propio caso, donde solicitó una comparecencia que no le quisieron tomar, para que más tarde el juez le revocara los cuidados que como padre de familia, le ofrecía a su pequeño. “Hoy me tocó a mí, que soy abogado. Si a mí me pasa eso, ¿qué será de los demás? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que les hagan eso a los niños? Un niño que no ve a su padre o a su madre después de un año o dos años, evidentemente está afectado de por vida, es una cicatriz que jamás se quita, por eso el motivo de esta lucha, por eso solicito el apoyo de todos para que esto cambie”, destacó el académico.

Añadió que los centros de convivencia familiar supervisados son indignos, e insuficientes. “Concretamente, el que se ubica en Río de la Plata es viejo y los juegos se encuentran en pésimas condiciones”.

Por ello, Juan Rabindrana Cisneros García, con el apoyo de la Asociación de Abogados Litigantes de México (AALM) y su representante José Mauricio Ocampo Castilla, realizaron un llamado para aumentar el número de juzgados familiares; además solicitan que todo incidente que se promueva en materia familiar esté acompañado de la demanda y contestación incidental con convenio, con el fin de depurar el procedimiento de manera inmediata; sólo en caso de no llegar a un acuerdo, entonces sí, llegar a proceso.

La segunda propuesta es que el padre y la madre oficiosamente se sometan de manera cautelar a procedimientos de mediación antes de litigio y se promueva la atención psicológica a los menores, ya que estos conflictos les generan un impacto que a la larga se replica; y, finalmente, se pide que jueces, magistrados y secretarios, así como cualquier funcionario en materia familiar sean sujetos a exámenes de control de confianza.

Es importante contemplar que habrá que establecer políticas públicas que reduzcan el número de divorcios e incidentes, privilegiando los medios alternativos de solución de controversias, así como la difusión de valores y principios fundamentales de la familia, el matrimonio y la concientización en la sociedad sobre las implicaciones del divorcio, promoviendo el respeto de los derechos de los menores que son los más afectados.

“Un problema generalizado es la violación a los derechos humanos de los niños y de los padres hombres a convivir libremente; es decir, si una mujer no permite la convivencia con su otro progenitor, el padre tiene que iniciar un juicio que puede durar meses e incluso años, antes de poder volver a ver a su hijo, en el supuesto de que gane la demanda”, destacó Rabindrana Cisneros.

Añadió que los jueces resuelven la guarda y custodia de los hijos a favor de las mujeres, sin importar que el padre puede ofrecerle mejores escenarios de vida para su desarrollo físico, mental y emocional, violándose los artículos 4º de la Constitución Federal y la Convención Sobre los derechos del Niño y la Ley General de los derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, así como la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México.

“Si la madre no quiere que el padre vuelva a ver a sus hijos, será casi imposible volverlos a ver. Pero si se invierten los papeles, a las mujeres no se les multa ni se arrestan, pero a los hombres los meten a la cárcel, situación que vulnera los derechos del sexo masculino a la no discriminación y a la igualdad conforme lo estipula el Artículo 1 y 4 de la Constitución Política Federal”, precisó el abogado.


Por ello, acompañado por las asociaciones Pro Niños y Papás Mexicanos, Una sola voz contra la Alienación Parenta y Rescate Familiar, además de un grupo de expertos como el doctor en Derecho Raymundo Martínez Villegas, Juan Rabindrana Cisneros García realizó una marcha que partió de la explanada del Hemiciclo a Juárez y se dirigió hacia la llamada “Ciudad Judicial” ubicada en la Avenida Niños Héroes.