martes, 4 de agosto de 2009

El último tercio del 2009 y la esperanza ciudadana.

“Vivir es solucionar problemas”. Karl Popper.
Iniciando agosto del 2009, con plena inactividad política del pueblo estado, quizás por el aún periodo vacacional y el desgaste evidente del Sistema de Partidos; a escasos días para que se venzan los términos de ley para modificar algún resultado electoral dado el 5 de julio pasado; con menos de dos semanas para que inicien los “nuevos” gobiernos municipales – por lo menos en el Estado de México - ; así como el principio del ciclo escolar 2009-2010 y con ello el de los gastos de los padres de familia para tal efecto; se contextualiza la afirmación de que nuestra patria vive en plena crisis económica y donde las expectativas de la sociedad, en general, ahora se depositan en aquellos que merecieron el voto de confianza de la Soberanía Popular. Sin embargo todo indica que la situación no solo se conservara en el estado en que actualmente se encuentra, también se anticipa un peculiar fracaso de los “nuevos” representantes populares y con ello de la “esperanza ciudadana” del primer domingo veraniego de julio. Veamos.
1.- Por una parte se constata que los factores necesarios que destaca la OCDE, para una efectiva Competitividad de los estados nacionales, que distinga positivamente a la empresa y mercado interno, en este caso para México, con la participación del gobierno respectivo, a saber: a)Eficiencia burocrática, b)No Corrupción, c)Adecuada infraestructura, d)Regulación Laboral, e)Normatividad fiscal, f)Acceso al financiamiento, g)Superación del crimen e inseguridad; continúan siendo determinantes en la limitación incluso de la productividad de la empresa, sobre todo la pequeña y mediana, pero además factores de la agenda gubernamental pendiente en los tres órdenes de gobierno.
Así resulta congruente replantear anejas formulas de conocimiento público al respecto: Ventanilla única y cibernética administrativa; Regulación o Desregulación Gubernamental; Programas emergentes de construcción de nueva y mejor infraestructura; Urgente Reforma Laboral; diseño de un Régimen Tributario más competitivo, -a propósito del IETU, ISR, Impuesto sobre nómina, IMSS, INFONAVIT, entre otros-; Creación de Fideicomisos, en atención a la Ley de Instituciones de Crédito (modificada en mayo del 2000), empero donde se erradique prácticas corruptas que anticipen experiencias afortunadas y no la duda sobre el rumbo actual, por ejemplo, del Fideicomiso “México Emprende”; mientras que en materia de Seguridad, tema preferente del Gobierno Federal, las dudas son más que los resultados sobre su efectividad y beneficio en el logro de mejor Calidad de Vida y el reencauce de la vida económica en cualquier lugar de nuestra patria.
2.- En lo POLÍTICO, paralelamente con el ejercicio de los “nuevos” gobiernos; se pretende anticipar de mano a la mayoría legislativa del PRI, tanto en lo federal como en lo local, una Ley de Emergencia Económica, en el entendido de hacer suya la promesa electoral de la “esperanza ciudadana” de un nuevo desarrollo económico, aunque en ello involucren su prestigio con un aumento emergente en los impuestos, entre otros rubros, de medicinas y alimentos.
Adicionalmente, en los Ayuntamientos se anticipa un alto costo económico y político para la ciudadanía, ya que preparar en los asuntos y políticas públicas a los ahora electos representantes populares, con el erario público y durante el siguiente trienio con crisis económica; puede ser, sin embargo, la mejor oportunidad para las nuevas “oposiciones”, convencidas y comprometidas en que el mejor camino para el retorno al Poder Público, es trabajar al igual de la población e identificado con sus demandas y gestiones comunitarias.

Lo cierto es que concluido agosto, el tercio final de 2009, prenderá a la opinión pública sobre la forma singular en que se definan presupuestalmente los dineros para el ejercicio fiscal del 2010. Año simbólico, que no obstante enmarcado en las celebraciones respectivas del Bicentenario y Centenario de la Independencia y Revolución mexicana, anticipa también el nuevo límite de la “esperanza ciudadana”. ALEJANDRO TAPIA GONZÁLEZ.

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