miércoles, 12 de agosto de 2009

Lomas cemento

Francisco Velasco Zapata
A parte de las más recientes construcciones permitidas en Naucalpan y que hemos denunciado en este espacio ¿Hay más permisos otorgados por la administración saliente para hacer edificios de departamentos, plazas comerciales o fraccionamientos residenciales en Naucalpan? Lamentablemente la respuesta es que hay más, muchos más.
Por falta de espacio no habíamos mencionado cuatro inmensas torres de departamentos que se construyen en la parte alta de la zona conocida como “La cúspide” que dio nombre a la hoy popular plaza comercial. Estas torres están muy cerca de la colonia popular 18 de marzo en Naucalpan, México. Por lo que se puede apreciar a simple vista se trata de torres de departamentos que en promedio se ofertarán en promedios de tres millones de pesos cada una y, a simple vista, se puede uno imaginar que se trata de torres verticales que darán vida a por lo menos cuatrocientos departamentos que demandarán energía eléctrica, agua, drenaje, alcantarillado, servicio de colecta de basura, seguridad pública y, en general, todo tipo de servicios que otorgue el municipio y que se le cobran por “prorrateo” a toda la comunidad naucalpense. ¿Éstas son las obras que José Luís Durán afirma “perduran”?
Nadie niega el derecho de la gente a tener donde vivir, o el de las promotoras inmobiliarias de hacer construcciones para ganar dinero, siempre y cuando atrás de ellas no se encuentre la sombra de la duda respecto a la corrupción gubernamental. Lo que lastima a la gente que vive en los alrededores de la región de Lomas Verdes -que se empieza a conocer como “lomas cemento” porque de verdes sólo les está quedando el nombre- es la absoluta insensibilidad de las autoridades municipales salientes -todas ellas panistas en los últimos doce años- y que en nada han reparado para otorgar permisos de construcción que afectan de forma directa y negativa la calidad de vida de cientos de miles de habitantes de la región mencionada. Que como los “talamontes” depredan todo lo verde que se encuentra a su paso. La afectan porque el incremento del flujo vehicular excede de forma lamentable la contaminación por CO2, por el ruido que se agrega y porque los nuevos asentamientos deterioran irreversiblemente todos los servicios que precariamente se realizan en el municipio como lo es la colecta de basura, el suministro de agua y alcantarillado; la recarga de los escasos mantos acuíferos, la seguridad pública y todo aquello por lo que las autoridades municipales cobran pero no retribuyen con buenos servicios. Ya hemos señalado que sin nuevas vialidades, sin la ampliación de la red de agua potable y alcantarillado, sin nuevas formas de suministro de energía; sin buenos servicios de seguridad pública, sin nuevos parques tipo Naucalli, y con sistemas de transporte de pasajeros obsoletos, la vida en Naucalpan es cada vez más parecida a las regiones más desfavorecidas del oriente del Estado de México. Usted juzgará.
Ninguna autoridad municipal debería soslayar que en los municipios, más que en cualquier otro ámbito, es donde se gestan los problemas de la vida cotidiana de la comunidad y donde surgen infinidad de fenómenos pequeños o grandes, pero continuos, que afectan la convivencia de la población. Y que conste que hasta hoy no hemos mencionado problemas más graves que afectan la salud pública del municipio, del estado y del país. Desde hace algún tiempo hemos escuchado que la autoridad municipal debe ejercer sus atribuciones sin menoscabo de la participación y de los acuerdos sociales; sin embargo, en la actualidad eso es pura retórica y “buenas intenciones”. Hemos oído que la autoridad no debe renunciar a sus responsabilidades de hacer prevalecer el interés general, pero de ello no tenemos nada. Por eso es que nos preguntamos ¿En que beneficia al interés general que se estén haciendo construcciones que afectan negativa y sensiblemente la calidad de vida de los naucalpenses? ¿A quién le preguntaron? ¿Qué conocimiento tenía esa gente para dar su opinión o aval? ¿Habrán salido beneficiados en algo? ¿En que ha beneficiado al interés general de Naucalpan que se incrementen los costos por consumo de agua, de predial, alumbrado público y que, además, estos servicios hayan ido decayendo? ¿Podrá la autoridad municipal entrante encabezada por la Señora Azucena Olivares resolver estos problemas? Nosotros creemos que es el tiempo de que “triunfe la esperanza por sobre la experiencia”. ¿Y usted, cómo la ve?
Politólogo.

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