martes, 2 de febrero de 2010

Modelo hacendario a debate

“Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia.”

Theodore Roosevelt


Francisco Velasco Zapata


Uno de los principales temas abordados en la primera sesión del Parlamento Ciudadano de México “PACIME“ el pasado treinta de enero en la Ciudad de Aguascalientes, Aguascalientes, fue el relativo a la grave situación que atraviesan millones de compatriotas de todo país -más del setenta porciento de la población total- por la ausencia de acciones gubernamentales eficaces para salir de los cada vez más ominosos efectos de la crisis económica que vino de fuera, pero sigue adentro y sin que nadie del gobierno, mucho menos el Secretario de Economía, hagan nada respetable para salir del atolladero.



Por ello es que resulta oportuna la propuesta de “PACIME” de convocar a un debate nacional respecto a la urgente necesidad de un cambio radical de modelo económico; un debate sobre la necesidad de contar con un nuevo modelo hacendario que parta de la reorientación del gasto y de un uso realmente eficiente en la solución de los problemas que aquejan al país. Por ello es que en las próximas semanas “PACIME” hará la convocatoria nacional a toda la ciudadanía del país, a todos los mexicanos a participar en el diseño de un modelo económico verdaderamente justo, redistributivo y que permita crecimiento con desarrollo sostenido para el país y para quienes lo habitamos.



Buscaremos que el debate sea de contribuyentes, de ciudadanos, para no perder el tiempo observando como las cosas públicas quedan en manos de una clase gobernante en donde los acuerdos parecen darse entre ciegos, sordos y mudos, o se supedite a la disciplina partidista que desdeña el bienestar de la ciudadanía y está en pro de los intereses de grupo o personales.



En “PACIME” buscaremos que el debate incluya a la sociedad civil, a todos los ciudadanos con capacidad de aportar a la materia porque no podemos, ni debemos, quedarnos pasmados ante los efectos de la grave crisis que ya le han costado mucho a México: 1.- Perniciosos y permanentes efectos en el tipo de cambio a favor del dólar y otras monedas extranjeras; 2.- Venta a especuladores de dinero de más del 30% de nuestras reservas en dólares; 3.- Caída de los precios internacionales del petróleo, además del agotamiento de pozos petroleros por excesiva y torpe sobreexplotación; 4.- Caída del envío de remesas y por lo tanto migrantes desempleados que están regresando a México a engrosar el ejército nacional de reserva laboral; 5.- Impresionante aumento de precios en artículos de primera necesidad, sin que el gobierno haga nada para evitar el agio no obstante lo previsto en el artículo 25 constitucional; 6.- Recaudación fiscal excesiva extraída de una pequeña parte de la población, a los mismos de siempre; 7.- Cierre masivo de micros, medianas y grandes empresas; 8.- Alertas turísticas sobre inseguridad, violencia y, más recientemente, sobre enfermedades que han hecho, todas en conjunto, que se desplome la economía de varias regiones del país. Para trascender a estos problemas nada como saber ejercer con eficacia una de varias herramientas del gobierno: los recursos fiscales. Será por el bien de México. ¿Y usted, cómo la ve? Politólogo.

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