EL NUEVO RETO DE MÉXICO
Por Renato Consuegra
México, D. F., a 10 de septiembre de 2012.- Una vez
realizada la declaración de validez de la elección del pasado 1 de julio y el
nombramiento como presidente electo de Enrique Peña Nieto, inician los más
grandes retos para México: mantener la estabilidad financiera, incrementar la
competitividad económica, recuperar la seguridad pública —si un día la hubo—,
superar el rezago social y continuar como uno de los países con mayores
oportunidades para sus habitantes.
La condicionante es sólo una: que toda la sociedad unida se
esfuerce, trabaje y esmere en tener un país mejor. Hacerlo pasa por todos los
mexicanos y extranjeros que viven aquí. Equivocados están quienes apuestan a
que el nuevo gobierno lo logrará o no. El nuevo gobierno es sólo un facilitador
o debería serlo, como ocurrió con los anteriores, pero los grandes cambios los
logra el colectivo social unido por un propósito.
Las cosas no están todo lo bien que deben y los mexicanos
todos los días nos quejamos de nuestro país, pero poco o nada hacemos para
incidir en un cambio porque precisamente ocupamos el tiempo y la energía en
quejarnos. Poca acción y mucha palabrería. Poco aprecio tenemos por un país que
en el contexto mundial se perfila para situarse entre los más estables para
vivir.
Medio millón de extranjeros que decidieron quedarse a vivir
en nuestro país entre 2000 y 2010 no pueden estar equivocados. Este medio millón
duplicó la cifra de los que había en 2000 un total de 492 mil 617, mientras que
la cifra se incrementó a 961 mil 121 en 2010.
Y muchos otros que decidieron retornar a sus países de
origen añoran regresar una vez cumplidos sus compromisos familiares o laborales.
“México es una tierra de oportunidades que pocos mexicanos ven y quienes lo
ven, son los que triunfan”, me ha dicho un amigo argentino que triunfó pero
debió volver a su país motivado por la familia. “México es una tierra que hoy
no está peor que España u otros países de Europa, por el contrario, se palpa un
país con una gran fuerza económica que si se extravía, es en la politiquería”,
me expresa otro amigo español que tampoco añora el Madrid actual.
En este contexto, son las agrupaciones de la sociedad civil
organizada las que deberán generar un mayor protagonismo, mediante el cual
vayan, si no marcando la pauta, sí abriendo los caminos hacia dónde debe
proyectarse el México del Siglo 21. Enrique Peña Nieto y el PRI pueden
representar una nueva forma de hacer política o no. Podrían, incluso,
personificar a lo más retrógrada de la política moderna. Pero si la sociedad
civil se organiza, será no sólo un contrapeso, sino el factor de equilibrio
para contener al poder desbordado.
El martes pasado se pronunciaron algunas de estas
organizaciones: México Unido contra la Delincuencia, el Instituto Mexicano de
la Competencia, Causa en Común, el Instituto para la Seguridad y la Democracia,
entre otros, quienes afirmaron que las iniciativas que ha anunciado el
Presidente electo, Enrique Peña Nieto, sobre acceso a la información,
anticorrupción y transparencia en la relación de medios y gobiernos envían un
mensaje muy importante, pero no son suficientes. También exigieron las reformas
económicas, hacendaria, laboral, de telecomunicaciones, del Estado y a favor de
los derechos humanos que continúan atrapadas en las comisiones legislativas,
administradas por los partidos para sus propios procesos de lucha por el poder.
Los partidos políticos de oposición y también el gobernante,
que son también sociedad civil y parte del Estado Mexicano por cuanto están
conformados por ciudadanos y tienen subsidio público, no pueden ni deben quedar
atrás de la sociedad para generar los cambios que el país necesita.
Si existen lagunas legales, intereses suprasociales y una
muy alta impunidad que permite presuntas acciones fuera de la ley para el
beneficio de unos cuantos, es el momento de que todos, conscientes de lo que
ocurre, forcemos el cumplimiento del Estado de Derecho, tomemos las riendas del
país y exijamos a los funcionarios públicos y nuestros representantes, quienes
finalmente son nuestros empleados, aterricen las propuestas que propusieron
para construir un mejor México.