México, D. F., a 2 de enero de 2013.- El esfuerzo del
transportista en la Ciudad de México es tan amplio que hoy alrededor de un
millón y medio de usuarios diariamente se transporta en unidades nuevas, de
mejor vocación ambiental, de mejor tecnología, pero fundamentalmente, con
nuevos esquemas de prestación del servicio, terminando con la guerra del centavo,
expresa la organización Transportistas Unidos del Distrito Federal (TUDF).
Los concesionarios del transporte público de la ciudad de
México afirman que ha sido por iniciativa de la mayoría de quienes han cambiado
sus unidades y no por las políticas públicas de la pasada administración del
Gobierno del Distrito Federal, que se logró la renovación de más de 6 mil 500
unidades, pese a la falta de un ajuste tarifario como lo vienen solicitando
desde hace algunos meses.
Jesús Padilla Zenteno, en calidad de vocero de los
transportistas, afirma que la mayoría de las renovaciones vehiculares “no
siempre (han contado) con el respaldo del gobierno de la ciudad; este es un
esfuerzo altamente representativo de los empresarios del transporte en la
ciudad”.
Los transportistas agrupados en TUDF solicitan al actual
gobierno de la ciudad de México encabezado por Miguel Ángel mancera, un
incremento de dos pesos general en el transporte colectivo, debido al
incremento en los insumos como el combustible a más del ciento por ciento en el
anterior sexenio y la falta de un incremento desde 2008 o los 50 centavos en
nueve años.
En realidad es un esfuerzo de los compañeros dirigentes del
transporte, añadió, “no es algo que estuviera previsto de parte del gobierno,
sino es un esfuerzo nuestro por intentar la conversión; ya no es posible
convivir con los vehículos actuales, o sea, con los microbuses o vagonetas. Me
parece que la paloma o estrellita, debe quedar de este lado”.
Padilla Zenteno agregó que si no hay un ajuste a la tarifa,
existe “el riesgo de que el transporte público de la ciudad de México se vaya
al desfiladero. No es posible que sea una capital del primer mundo y hoy tenga
transporte del tercer mundo. No es posible que apostemos a un servicio de
primera con una tarifa de tercera. No es posible que se le esté castigando al
ciudadano más que al transportista con un transporte que no es adecuado para el
nivel de los capitalinos”.
Agregó que “no podemos dejar pasar más tiempo. Urge. Es un
asunto de seguridad del usuario. Si hoy el Metrobús necesita una tarifa de
equilibrio de 6 pesos, es ilógico pensar que todos los demás sistemas de
transporte público en la ciudad no lo requieran”.