- El Instituto de Ecología Emocional en Barcelona deposita la responsabilidad de contagiar el modelo en México y Latinoamérica a César Hernández, actual director de Profitalent
México, D. F.- La “biblioterapia” nos ahorraría un sin fin
de consultas médicas y en el caso de materiales como “La Ecología Emocional”,
sin duda “es un libro que no tiene una sola palabra de desperdicio y, sobre
todo, es profundamente esclarecedor, porque tanta y tan buena información
inciden en nuestros corazones y nuestra mente”, destacó la periodista mexicana
Julieta Lujambio durante la presentación del libro.
Amiga solidaria del proyecto en México, Lujambio comentó que
la pareja Jaume Soler- Mercè Conangla la impactó al conocerla hace un año, pero
sin duda cuando se involucró en la propuesta de la Ecología Emocional como una
verdadera aportación al mundo del desarrollo humano, entendió que “se trata del
arte de la sostenibilidad emocional, de gestionar nuestra energía emocional de
forma creativa y amorosa, que sirva para respetar y cuidar nuestro mundo”.
“Son los pioneros que sembraran esta buena semilla en
nuestro país”, puntualizó la también escritora mexicana durante la presentación
del libro editado por Amat.
Para Mercè Conangla este viaje a México es una ilusión
realizada, ya que “cumple con uno de nuestros objetivos, el lograr calidad
emocional de todas las personas en base de materiales; ya son 17 libros donde
no hay ninguno que sea teórico, ya que parten de nuestras experiencias, cada
palabra es algo vivido que se puede vivir. Esto se está haciendo en México”.
La enfermera antes que psicóloga, recordó que deben
expresarse nuestras emociones de forma controlada e inteligente para que se
establezca una profunda relación de las emociones con la salud física. Pero,
¿por qué no expresamos lo que sentimos? Porque nos enmascaramos, logramos a
través de eso que nos acepten, que nos quieran, nos da miedo la crítica, el
desamor, ¿qué hacemos con nuestro vacío afectivo?
En el libro “hablamos de espacios protegidos y el amor es de
los más importantes; en la vida transitamos entre dos polos muy opuestos, entre
el amor y el miedo y tenemos que decidir dónde nos vamos a situar, si como
personas que ninguna televisión hablara de ellas, pero que dando aumentan el amor,
la belleza y la ética. Ellas son personas que las crisis les afectan menos, sin
duda”, aseguró al micrófono Jaume Soler.
A modo de despedida, dio lectura a un poema: “Hemos escogido
ser y hacerlo; lo que podemos ser no es cosa de los demás, es nuestra
responsabilidad… no podrán quitarnos la música”.
Por su parte, al dar continuidad a las palabras del
periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano cuando afirmaba que “vivimos tan
rotos por dentro, que estamos tan fragmentados que esto nos hace sufrir, pero
cuando encontramos similitudes con el otro entonces nos encontramos con un
milagro”, dijo Mercè Conangla que esto sucede con César Hernández, responsable
del Instituto de Ecología México y también Latinoamérica.
La co-creadora del modelo continuó: “Y esto de las sinergias
es tema de dar coherencia a la razón, y las emociones para aplicarlas en
acciones, es decir, lo que sabe, más lo que siente, trasladarlo en una acción
que siembre armonía, que mueva la paz, que sea curativa”, esto es la base del cambio
y de la propuesta.
El evento realizado dentro de las instalaciones de Gandhi se
vistió de gala con la música de la cantautora salvadoreña pero de corazón muy
mexicano --como lo dijo a quienes estaban presentes-- Musa del Sol, quien
recordó “qué linda sería la tierra si la tierra fuera tierra… qué linda sería
la tierra si la aprendes a respetar”.
El Instituto de Ecología Emocional, con sede en Barcelona,
España, cuenta con 16 años de trabajo al servicio de las personas y es
abanderado y referente en Crecimiento Personal y el desarrollo emocional
humano. Tiene como marco de pensamiento las propuestas de la ecología emocional
y como misión, darlas a conocer, desplegarlas y aplicarlas en las diferentes
áreas de la vida y en la mejora de todo tipo de organizaciones.