- La ciudad de México transformará la morfología de sus calles para dar prioridad al peatón, transporte público y finalmente los autos particulares, afirma Rufino H. león Tovar, mientras Jesús Padilla Zenteno destaca que "el sistema de transporte ideal es el que te invite a dejar tu coche, donde vayas cómodo, con tiempos de traslado adecuado y a un costo accesible"
México, D. F, a 25 de septiembre de 2013.- Al ser la región más urbanizada del mundo, América Latina
tiene un gran compromiso con sus habitantes y un enorme reto que le permita
acercarse a las ciudades con mejor calidad de vida, que son las de mejor
movilidad, expresó el presidente de la Unión Internacional de Transporte de
Pasajeros División América Latina, Lelis Teixeira, durante la inauguración aquí
de la 11ª. Asamblea de la UITP-LAD.
En concordancia el Secretario de Transportes y Vialidad del
Gobierno del Distrito Federal, Rufino H. León Tovar expresó que la ciudad de
México se encuentra en la ruta de fortalecer la movilidad a partir de la puesta
en marcha del Plan Integral del Transporte, que está en proceso de integración
a partir de consultas con el sector transporte, de los jefes delegacionales y
las dependencias involucradas.
“Se cambiará el diseño y la morfología de las calles, con un
programa de calles para todos, donde el principio parte del peatón, se
privilegie la utilización del transporte público y al final, no por ser menos
importante, sino por el número de pasajeros que transporta, el vehículo
privado”, expresó el funcionario capitalino.
Al respecto, Jesús Padilla Zenteno, vicepresidente de la
División América Latina de la UITP, expresó que en México el sistema de
transporte ideal es “el que te invite a dejar tu coche, donde vayas cómodo, que
no vayas como sardina, con tiempos de traslado adecuado y a un costo accesible;
eso es urgente porque mientras no lo tengas, la tentación de usar tu coche es
obligada”.
Pero también, una red integrada en toda la ciudad para que
el pasajero se mueva de un lado a otro, no de un lado pequeño a otro, donde le
cueste trabajo y tiempo el transbordo y mucho dinero su movilización, como
ocurre actualmente cuando el promedio que gasta la gente en transportarse es de
2 horas y media al día y/o 4.5 años a lo largo de su vida.
Teixeira reiteró que la evolución en las ciudades
latinoamericanas debe ser hacia un transporte de calidad y masivo, que permita
los traslados en menor tiempo y mayor integración social; esto sólo se logrará
con la extensión de nuevos sistemas como BRT (Bus rapid transit), que hoy
corren ya por 55 países del mundo pero, sobre todo, “incentivadores de los
sistemas de transporte masivo como los metros, BRT y ferrocarril”.
Iker Plazas, director general de la Asociación Mexicana de
Ferrocarriles destacó que se encuentran en proyecto tres líneas de trenes
interurbanos, con una inversión aproximada de a los 96 mil millones de pesos,
de los cuales 35 mil serían para el México-Toluca, de 58 kilómetros para
prestar el servicio a 250 mil personas al día.
El que irá de la capital mexicana a Querétaro tiene una
estimación de 45 mil millones de pesos para dar servicio a 12 mil personas al
día a través de 213 kilómetros de longitud, mientras el tercer proyecto ideado
para el mismo número de 12 mil viajes al día es netamente turístico, que iría
de Mérida a la Riviera Maya, con terminal en Punta Venado, un lugar cercano al
sur de Playa del Carmen, donde llegan cruceros internacionales, con un costo
alrededor de 16 mil millones de pesos.
Ángel Molinero Molinero, director general de la consultora
Urbanismo y Sistemas de Transporte expresó que en el país la tarifa “es
tremendamente baja” para poder otorgar un transporte de calidad, donde todos
participan en la administración del desorden, desde los funcionarios
municipales, estatales y federales, pasando por los legisladores y los propios
transportistas, ya que, entre otras cosas, sus periodos de los gobiernos son
cortos y cada quien llega con una visión diferente.
Agregó que en México hay una calma organizacional porque no
hay controles, ni hay sanciones y mucho menos normas locales estatales o
federales; sin embargo, expresó que poco a poco se está logrando amalgamar a
los compañeros transportistas hacia un cambio.
El usuario no tiene muchas opciones más que tener un
automóvil propio, porque el transporte público no cumple con las expectativas,
propiciado por tarifas insuficientes en el país, ya que el promedio es de 5.60
pesos, que difícilmente permite lograr grandes cambios, sobre todo cuando 10%
de la tarifa esta subsidiada por el transportista.
Agregó que las expectativas urbanas para el transporte en el
país para el año 2020 es de 48 líneas de transporte férreo y 94 de BTR, además
de cuatro mil rutas con mejor operación, para lo que se necesitaría un promedio
de un billón de pesos para lograr el cambio.
Luis Fernando García Cerón de TMSA de Colombia destacó las
dificultades que se han presentado en la transformación en todo el sistema
distinto al BRT, donde tienen el reto de sustituir en tres años 17 mil
autobuses por 12 mil vehículos nuevos, con una vida útil no máxima de no máxima
a 12 años con tecnología Euro V o Euro IV mínimo, con paso a tecnologías
hibridas y un sistema de operadores monitoreados.
“Ha sido muy difícil a sustitución de los buses anteriores,
solo 8% mediante chatarrización, por eso un punto fundamental es la gradualidad
de la implementación; el cambio abrupto implica una serie de cambios de
costumbres en el ciudadano, en el empresario y en la autoridad”, añadió.
Para el experto, cuando ocurre un cambio así, en el inicio
se darán traumatismos porque los autobuses nuevos no buscan al pasajero sino
por el contrario, los ciudadanos buscarán al autobús; luego el caos también en
el cambio administrativo al ser operados por empresas. “Es una transformación
que no solamente tendrá que cambiar la mentalidad del empresario, sino que el
ciudadano tiene que aprender a caminar, comprar una tarjeta, saber y conocer
las líneas”.