Félix González Canto, un lastre para Peña Nieto
El ex gobernador involucrado en el femenicidio de la menor,
Mayra Ayuso
Por: José Martínez
México, D. F.- Como en todo el país, en Quintana Roo están
por definirse las candidaturas de los próximos diputados y senadores. Sólo que
aquí hay un problema que tiene nombre y apellido, ni más ni menos que Félix
González Canto, el ex gobernador que se hizo inconmensurablemente rico al
amparo del poder. La prensa nacional ya ha comenzado a tomar nota de las
atrocidades cometidas por este conspicuo personaje que se ha convertido en un
lastre para su partido. Eso no lo debe ignorar el presidente nacional del PRI,
Pedro Joaquín Coldwell, si le quiere entregar buenas cuentas a su candidato
Enrique Peña Nieto.
Aún no tiene el visto bueno como candidato –y mucho menos se
han celebrado las elecciones que tendrán lugar el próximo 1 de julio–, pero el
ex gobernador Félix González Canto da por un hecho que tendrá un escaño en el
Senado de la República o “por lo menos” una curul en el Palacio Legislativo de
San Lázaro. Eso no sólo es un desprecio a los electores, sino una manifestación
retrógrada de la política.
Lo que en realidad busca el ex gobernador González Canto es adquirir
impunidad para no enfrentar un proceso judicial una vez que se destape el
escándalo de pederastia en que se encuentra involucrado por el homicidio de una
niña de quince años, quien resultó embarazada y que con su hijo en ciernes
–ambos– fueron víctimas de un crimen atroz cometido en Cozumel cuando este se
desempeñaba como alcalde. Delito que no ha prescrito y cuyo caso deberá ser
reabierto cuando salga a la luz pública, y cuyas autoridades ministeriales no
deberán omitir porque sería incurrir en el delito de omisión y complicidad. Nos
referimos, desde luego, al caso Mayra. Se trata, pues, de un femenicidio en el
que está involucrado, y como se sabe es uno de los delitos mayormente
sancionados por las leyes mexicanas.
No sería la primera vez que un ex gobernante de Quintana Roo
pisara la cárcel. Ahora hay uno tras las rejas por delitos contra la salud, en
su modalidad de narcotráfico y delincuencia organizada: Mario Villanueva. Lo
mismo creyó el ex gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, quien está
tras las rejas por incurrir en actos de corrupción, al suponerse intocable como
se siente Félix González Canto.
El crimen de la menor Mayra Beatriz Ayuso Rodríguez se
cometió el 5 de noviembre de 1999, cuando ella cursaba el tercer grado de secundaria.
Y como es el sello de la casa, es decir, el estilo del ex gobernador, estilo
que heredó y aún maneja con su sucesor Roberto Borge, consistió en utilizar a
la prensa servil para ejecutar, como viles sicarios, una campaña de
desprestigio en contra de la víctima, a la que trataron de manejar una imagen
de “ramera”, en un afán por deslindarse de los hechos e incurriendo en buscar
chivos expiatorios, en una maniobra burda y sucia, para desviar la atención de
los autores intelectuales y materiales.
Félix González Canto durante su desempeñó como gobernador se
confabuló con el gober precioso, Mario Marín, de Puebla para detener y
trasladar a la activista y periodista Lydia Cacho, de manera irregular, luego
de denunciar al tío del actual gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, el
inefable Kamel Nacif Borge involucrado con el pederasta Succar Kuri,
sentenciado a 112 años de prisión, tras el escándalo que desató Lydia Cacho en
su libro “Los demonios del Edén”.
Detrás de las ambiciones del ex gobernador Félix González
Canto subyace el interés por buscar un manto de impunidad, bajo el amparo que
la ley le otorga a los representantes del Poder Legislativo al brindarles
“fuero constitucional”, lo que los hace prácticamente intocables. Ahí está el
caso del ex diputado perredista Julio César Godoy vinculado con el crimen
organizado.
Esto desde luego no lo deben ignorar, en primer lugar el
líder nacional del PRI, responsable de entregarle buenas cuentas electorales a
Peña Nieto, y aún más porque Pedro Joaquín Coldwell es de Cozumel y sabe bien a
bien quién es su paisano Félix González Canto, que junto con su sucesor Roberto
Borge incurrieron en una serie de agravios en contra de don Nassim Joaquín
Ibarra, padre del líder priista.
El candidato presidencial Enrique Peña Nieto deberá también
tomar nota, porque debe asumir su responsabilidad en lo que se refiere a
quienes lo acompañarán en su campaña a lo largo y ancho del país. Peña Nieto
sabe que se está jugando el futuro del PRI y del Grupo Atlacomulco, pues en el hipotético
caso de que su partido registrara una derrota electoral, habría que comenzar
por encontrar a muchos de los responsables. No todo es responsabilidad de él,
sino de quienes lo acompañan en esta aventura.
Es por eso que el ex gobernador Félix González Canto
representa un lastre para su partido. Al tiempo.