Reflexiones
Por Francisco Alfaro Ramírez
LOS OLVIDADOS
Quedan impunes las violaciones, los robos a pasajeros, a
transeúntes, los secuestros, los abusos de autoridad, los golpes a las mujeres
indefensas, los golpes a los niños, los golpes y abusos contra los ancianos,
los golpes y abusos contra los niños huérfanos o los que viven en la calle, los
golpes y maltratos a los bebes que no son deseados y queridos, los niños
abortados por mentes idiotas o ignorantes que en un momento de pasión animal,
no usaron preservativos.
Aquellos que no tienen voz, que son invisibles para el
sistema, para los gobiernos, para nosotros, son condenados al olvido, y se
abusa de ellos, los ancianos cuando tienen propiedades y riquezas, son tratados
con respeto, pero muchos de nuestros ancianitos son echados de sus propiedades
por sus propios hijos, los huérfanos son maltratados por familiares y
desconocidos que se creen con el derecho de mandarlos porque no tienen familia,
los niños que son maltratados por sus propios padres, o aquellas mujeres que
sintiéndose desvaloradas y sin autoestima, creen y aceptan el maltrato de sus
parejas porque creen que esta las mantiene y por lo tanto tiene el derecho
sobre ellas.
Las personas en situación de calle que no cuentan con nada,
ni siquiera la esperanza de vivir al otro día, los homicidios de mujeres, de
niños, de inmigrantes que no cuentan con alguien que reclame su presencia.
Los miles de niños y niñas abortadas y abortados legal o
ilegalmente, dentro de sociedades hipócritas que están contra la muerte, pero
también contra la vida.
La voz de los olvidados es también nuestra voz, cuando
pedimos aumento de sueldo, cuando exigimos seguridad, cuando pedimos mejor
educación, cuando deseamos mejores condiciones de vida, cuando exigimos mejores
sistemas de salud y medicinas las cuales pagamos en base a nuestro esfuerzo
cotidiano.
Toda muerte es dolorosa, toda muerte deja un hueco, pero hay
algunas muertes que anhelamos que sucedan, como la muerte de un sistema
fallido, donde las oportunidades solo se dan a quienes tienen conocidos en el
gobierno o influencias.
No importan tus estudios, tu experiencia, tu actitud o
aptitud, solo importa si conoces a alguien que te eche la mano, así miles de
universitarios quedan varados o realizando otras actividades distintas de las
que su estudio les dio, dinero perdido que siempre es aportado por el pueblo.
No es de extrañar el desencanto de la población con
cualquier gobierno que día a día defrauda más a la población, y comenta que
todos son lo mismo, solo que unos roban menos.
Mientras los olvidados, pueblos indígenas, cinturones de
miseria alrededor de las ciudades, vendedores ambulantes, mujeres maltratadas,
niños golpeados, ancianos discriminados, personas con discapacidad, enfermos
mentales, personas en situación de calle, inmigrantes, personas en busca de
justicia, sigan en un sistema político que solo vea por los intereses de sus
grupos y sus líderes, no habrá ni democracia, ni justicia, ni estado de
derecho, ni mucho menos una nación.
Sin la unidad nacional, sin gobiernos conscientes que
entiendan y sepan que toda vida vale, sin un real apoyo a la población para
salir de la pobreza, no solo el repartir dinero con programas que eternizan la
pobreza, sin que la población sienta que se merece gobernantes mejor
preparados, la población y los gobiernos no progresaran, no habrá ningún
cambio, no habrá desarrollo, no habrá país.
Las preguntas son para todos los que estamos apoyando a un
sistema absurdo como el que hoy tenemos: ¿Seremos capaces de hacer un mejor
sistema de gobierno? ¿Podremos tender el lazo para alcanzar una vida mejor?
¿Estamos dispuestos a ejercer la obligación de proteger a los más débiles?
¿Podremos dar castigos ejemplares a los saqueadores, a los malos gobernantes y
a los malos ciudadanos?
Por supuesto tú tienes la mejor opinión.