LA MAESTRA NOSTRA
Por José Martínez M.
México, D. F., a 22 de octubre de 2012.- Recientemente en España el periódico El País convocó a sus
lectores a elegir la mejor película de todos los tiempos. Resultó ganadora la
obra de Mario Puzo: El Padrino. Ahora que Elba Esther Gordillo fue reelecta
–con todos sus vicios y trampas– por enésima ocasión al frente del sindicato de
maestros, recordé al creador del célebre personaje de Don Carleone. El de Elba
Esther Gordillo es un caso insólito en el sindicalismo, de aquí y de muchas
partes del mundo, es por eso que esta mujer sexagenaria seduce por su siniestra
personalidad lo mismo a sus aduladores que a sus más fervientes críticos. En
materia de género es la mujer más poderosa de México.
Mi primer contacto con la Maestra se remonta a mediados de
la década de los setenta cuando emprendía mis primeros pasos en el periodismo,
Supe de ella por sus arrebatos. La Maestra era, entonces, una lideresa de una
de las secciones sindicales de Nezahualcóyotl que se ganaba la vida como
alfabetizadora por las mañanas y por las noches se encargaba del guardarropas
en un hotel del Paseo de la Reforma, mientras su madre Estela Morales trabajaba
–en ocasiones hasta dobles turnos– como afanadora en el Hospital General.
Llevaban una vida promiscua en una hacinada vecindad de
Nezahualcóyotl a donde habían llegado procedentes de Comitán. Elba Esther
Gordillo desde entonces figuraba como una aguerrida sindicalista que buscaba
hacerse notar ante los principales mandos dirigentes y estaba dispuesta a
llegar hasta lo más alto de su gremio, a cualquier precio, incluido, desde
luego, la eliminación de sus enemigos, bajo la instrucción a sus achichincles
de “encárgate de ellos”, como ocurrió con el asesinato, brutal e impune hasta
ahora, del profesor Misael Núñez Acosta, que lideraba uno de los cuadros disidentes
en el estado de México.
A comienzos de los setentas Elba Esther Gordillo comenzó a
enrolarse con las mafias del magisterio, poco a poco como Don Carleone fue
ganando su ascenso mediante una tosca pero eficaz mezcolanza de lo pintoresco,
lo documental, lo violento y lo obsceno hasta llegar a la cima del poder en su
sindicato al más puro estilo siciliano, aunque la Maestra no lleva en sus venas
ni una gota de sangre de emigrantes italianos.
La pobreza en la que se debatió su infancia en un ambiente
rural en Chiapas, la llevaron años después en su juventud a sobrevivir en uno
de los barrios más pobres en Nezahuacóyotl donde hubo de hacer que conociera de
cerca a esos «chicos listos» como los llamara el gran cineasta Martín Scorsese;
es decir, los jóvenes fascinados por la mafia que se ya desde entonces se
convertían en soldados de las siniestras organizaciones al servicio del crimen
organizado. Ante ese mundo la Maestra vio en el magisterio la forma de alcanzar
un escalón hacia el paraíso, así se enroló en las filas de la mafia del
magisterio y tardaría acaso un poco más de una década para hacerse del control
del sindicato para imponerse –con la complicidad del poder político– como la
nueva representante de la versión mexicana de la cosa nostra.
Elba Esther tuvo dos maestros: Carlos Jonguitud Barrios y el
presidente Carlos Salinas de Gortari, es aunque ahora reniegue hechura de ambos
personajes.
En abril de 1989 cuando Salinas llevaba seis meses
ejerciendo el poder decidió reemplazar a Jonguitud de su cacicazgo al frente
del magisterio. Salinas la impuso al frente del SNTE. Desde entonces la Maestra
ha logrado mantenerse en la dirigencia del sindicato de maestros. Han corrido
ríos de sangre, más de medio millar de asesinatos de maestros y la impunidad
sigue siendo el sello de la casa.
Su ambición desmedida de poder la llevó a confrontarse con
los principales líderes del PRI, partido en el que militó toda su vida, hasta
su expulsión de las filas priistas en el gobierno de Vicente Fox con quien
tejió oscuras alianzas, lo mismo que con el presidente Felipe Calderón quien la
apoyó políticamente para formar su partido Nueva Alianza.
La Maestra es una superviviente del viejo régimen, de la
mano del PRI comenzó a escribir su historia negra y como la mayoría de los
líderes sindicales se hizo inmensamente rica, dejando atrás aquella historia de
pobreza para vivir en una atmósfera de un lujo desafiante, como una prueba de
cómo el PRI ha garantizado a sus jefes de que practicar las reglas políticas de
control representa una guía de superación personal: la casi campesina de
Chiapas, la paupérrima pionera de ciudad Nezahualcóyotl, reina hoy sobre los
destinos de la educación, y sobre todo, los destinos del país.
Ha sido reelecta una vez más como la “líder moral” del
magisterio, a la cual los políticos saludan con reverencia, gracias a malas
maniobras sindicales y a innumerables casos de corrupción.
Son innumerables los expedientes en su contra que se
encuentran archivados en los tribunales judiciales, en buena medida por
instrucciones presidenciales.
Algunos casos se encuentran bastante documentados, como el
asesinato del profesor Misael Núñez Acosta, en el que se le señala como la
autora intelectual. La acecha la culpa de ese crimen. Ella muy bien lo sabe. Tal
vez si el presidente electo Enrique Peña Nieto se propusiera acabar con su
cacicazgo comenzaría por revisar ese expediente y entonces sopesar la
posibilidad de reabrir una investigación.
Hay quienes apuestan a que sus días pudieran estar contados,
como ocurrió con en su momento con Jonguitud Barrios, su antecesor. Y uno de
sus guías.
Mientras tanto en el Congreso del SNTE en Cancún la Maestra
ha sido una vez más reelecta ahora como “presidenta del Consejo General
Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública para el periodo
2012-2018”.
Como un acto de “gratitud” en su primer discurso de
reelección les anunció a los maestros que dentro de dos años, es decir en 2014,
el gremio contará con el Centro de Innovación y Conocimiento del SNTE en las
instalaciones ubicadas en Santa Fe, uno de las zonas de más alta plusvalía en
poniente del Distrito Federal, en un lugar conocido como Portal del Sol.
En este lugar, la Maestra piensa abrir una “escuela de
líderes magisteriales”. Este proyecto contempla la construcción de una
biblioteca, un teatro, un hotel y la cereza en el pastel una “universidad
sindical”, pues como dijo Elba Ester “ya es hora” de formar a los docentes para
los cuadros del gremio, porque “ser dirigente no sólo es ser carismático, sino que
implica ser más profesionales”.
Según la Maestra esta “universidad sindical” va a ser el
cerebro del SNTE.
Seguramente Elba Esther Gordillo será la rectora de este
“proyecto universitario” donde sus alumnos recibirán lecciones de los sótanos
del poder, de donde ella emergió para perpetuarse como la “guía moral” del
magisterio.