TEXCOCO, Mx.- En el municipio, desde que comenzaron las
campañas, se han generado más toneladas de desechos que no son reutilizados. En
las calles, en cuestión de segundos y en grupos de cinco personas, se reparten
volantes, desplegados o reproducciones de noticias relacionadas con la
inseguridad y con la violencia; "panfletos" que en lugar de informar,
ensucian las calles a todas horas y desinforman. A los texcocanos no les
interesa la "basura" de los "panfletos".
Cuando cae la noche, los panfletos lucen tirados en las
calles, en charcos de agua y filtrándose a las coladeras del municipio. El caso
ha aumentado también en el impacto social, ya que son depositados por montones
dentro de los hogares y establecimientos del municipio. Generan contaminación
dentro y fuera.
Las personas que reparten este tipo de "basura
mediática" no saben lo que hacen; no sólo contamina los espacios públicos,
sino que también aglomera la "basura" dentro del drenaje, de por sí
ya muy dañado, y este a su vez se tapa; ocasionando - ante las recientes
lluvias - mayor anegación de agua en las calles. Peor en las comunidades donde
el drenaje no ha sido instalado.
Los texcocanos y texcocanas ven a los "panfletos"
como actos desesperados de los partidos políticos, contrarios al gobierno
municipal, así como por parte de ellos, al seguirles la corriente. No se dan
cuenta de su participación en el juego; "nadie sabe para quien
trabaja". Las personas que viven en Texcoco, se conocen, saben de las
preferencias de las demás personas - incluso sexuales - y omiten este tipo de
acciones de grupos externos a la verdadera situación del municipio. Les da
risa. Inclusive quienes vienen de Veracruz son presas de los señalamientos de
inseguridad y prostitución que se señalan en los "panfletos".
Quienes se enfrascan con los "panfletos", no son
de Texcoco, son de otros municipios, trabajadores de la zona y compañeros de la
comunidad. Sin embargo, al detenerse a leer, se dan cuenta que es una edición
amañada de periódicos nacionales, señalando agravios que escapan de la realidad
vertida sobre el territorio municipal.
Está "guerra 'sucia'" va más allá. En recientes
ocasiones se han tenido descalificaciones por parte de los candidatos de Morena
y PRI-Antorcha, por este tipo de impresos; incluso el presidente municipal, Nazario
Gutiérrez, durante una conferencia de prensa, expuso el tema como un agravio
para la estabilidad del municipio y la paz social.
Los "panfletos" sólo reiteran ideas vagas y sin
sentido. No informan con responsabilidad social, o fundamentos propios, sólo
reproducen noticias en "letra chiquita" y agregan sus ideas a partir
de un titulo sensacionalista; llaman la atención de los más débiles de
intelecto - incluyendo la de algunos gobernantes.
Ahora la gente, ante el "ataque a medios de
comunicación de la región", se pregunta, entonces, en qué medios
confiamos. Hoy hay un problema mediático - que podría decirse factico - por el
tiempo de las elecciones. Por otro lado los medios, enfrascados en esta rabieta
de políticos sin ideas, han olvidado informar a la gente con los sucesos que se
presentan en la región, o incluso de carácter nacional, así como con las
propuestas de estos y aquellos.
Por ejemplo, uno de ellos inundo las calles de Texcoco en el
horario nocturno, uno con los logos del diario Reforma. En él, se señala la
inseguridad en Texcoco y al final, se hace referencia a las mentiras de
antorcha. Estas hojas mal empleadas, han propiciado una producción de papel,
una producción de imprenta y una producción realizada por recursos humanos
fuera del entendimiento electoral, es decir, son fuera de las normas legales.
Las Fiscalías deben poner atención en este tipo de prácticas porque contradicen
las recientes reformas constitucionales.
En primera instancia porque no tienen a un responsable de la
edición, ni mucho menos dice donde se imprime; el costo de las hojas es
bastante costoso por el color y la calidad de impresión. La contaminación,
reitero, es masiva.
Paralelamente, a lo largo de las campañas se han repartido
una gran cantidad de "basura mediática"; sin embargo Texcoco no
cuenta con la capacidad para contener toda esa basura, incluso no tiene un
lugar propicio para depositar la "basura" del municipio, la tiene que
llevar a tiraderos como el de Tecámac. Lo cual, genera un gasto para la administración
municipal en cuanto a gasolina, personal y licencias.
Ahora la ciudadanía se pregunta: ¿Serán los gobernantes lo
suficientemente maduros para terminar con esta contaminación masiva, o
continuarán perjudicando a la gente de Texcoco con el uso irresponsable de los
recursos públicos brindados a los partidos políticos? Esperemos la respuesta
representada en hechos y no en más "panfletos" atorados en el drenaje
o en las puertas de los domicilios.