Francisco Velasco Zapata
El lunes 12 de octubre -en su columna editorial- el analista de deportes Carlos Albert, en “Juego Limpio” (diario “La Afición”) escribió que “la calificación al Mundial, demuestra que ese circo de muchas pistas, llamado fútbol profesional, sirve como escudo de nuestros corazones y es el paño de lágrimas por excelencia del pueblo cuando no hay más de dónde agarrarse, (…) una vez más el futbol sirve de escape y distracción, aunque sea momentáneamente, a un pueblo asustado ante su presente desesperanzador y su futuro incierto y preocupante… ¡sí se puede!, era el grito antes del sábado 10 de octubre…. ¡sí se pudo!, el utilizado después de conseguido el pase al Mundial….millones de mexicanos gritaron al término del juego, millones sintieron que la esperanza existe aunque sea en ese renglón que sienten tan suyo… alguien finalmente llegó a darles un aliento de esperanza y alegría en medio de sus preocupaciones más profundas. Qué importa que no tengan pan…. Si tienen circo, al gobierno le viene de perlas que el fútbol mantenga esa ilusión, pasaremos 240 días más hablando del TRI, de sus posibilidades, de los probables cambios en la lista de jugadores, del grupo mundialista que nos tocará, etc. Qué importa que nos aumenten los impuestos, que no se tenga acceso a la educación ni a la salud elemental…”
Y mientras el sábado por la noche la gente celebraba el triunfo de la Selección Mexicana de fútbol y su pase al Mundial, el Ejército y la Policía Federal tomaban las instalaciones de la Compañía de Luz para desaparecerla argumentando que el servicio eléctrico de ninguna manera se privatizará, aunque nadie desde el gobierno advierte a la opinión pública sobre las concesiones que ya se operan en la Comisión Federal de Electricidad respecto al substancioso negocio del “triple play”, a través de la fibra óptica de compañía de Luz y Fuerza del Centro, el cual, para variar será concesionado a los mismos particulares (ex funcionarios foxistas) y por medio del cual la misma empresa se habría alejado de la quiebra. Y aunque las reacciones del sindicato y muchas fuerzas políticas del país son de pronóstico reservado, entretelones, siniestramente, aprovechando la cortina de humo gubernamental la aprobación del paquete económico para 2010 avanza. Lo lamentable de ello no es que avance. Lo lamentable es que en la propuesta de reformas al Código Fiscal de la Federación diversos especialistas, entre ellos el fiscalista Alejandro Ponce -de Puebla- vaticina el riesgo que representa para todos los mexicanos que todavía poseen bienes. Al respecto, Ponce nos advierte: “La reforma más grave para el 2010, que afecta a todos los contribuyentes (personas físicas que tienen actividad económica, es decir, que tienen bienes y manejan dinero), estén inscritos o no en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), y que persigue privar de su patrimonio a los mexicanos que todavía tienen bienes, es la que se encuentra escondida en el Código Fiscal de la Federación (CFF)” (…) “La excesiva carga tributaria que se impone a los contribuyentes, aunada a su reducida capacidad económica, los obligará a incurrir en incumplimientos, que parece ser la verdadera intención de la reforma, ocurrido lo cual las autoridades ya tendrán pretexto para privarlos de su patrimonio, lo que además podrán hacer de la noche a la mañana, sin que los contribuyentes puedan evitarlo, pues no tienen medios de defensa que con eficacia los protejan, aparte de que con toda facilidad la autoridad les podrá tipificar la probable comisión de los delitos de defraudación fiscal y equiparables, por lo que cuando lo decidan, también podrán privarlos de su libertad.” Ponce advierte que si se aprueban inconscientemente las propuestas económicas del ejecutivo “en los próximos años muchos mexicanos perderán su patrimonio, especialmente sus inmuebles, lo cual no será en beneficio del Fisco, ni del gasto público, ni del gasto social a favor de los que menos tienen, ni de la inversión productiva, ya que los verdaderos ganadores serán los dueños del gran capital, sobre todo mundial (que son quienes promueven esta reforma fiscal), que los adquirirán a precios irrisorios, tarea en la cual jugará un papel estelar el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes del Sector Público (SAE), que desde 2005 es el encargado de enajenar los bienes asegurados o embargados por el Fisco.”
Los legisladores no deben pasar desapercibido que con la propuesta del ejecutivo la base gravable es del 100 por ciento, en virtud de que desde hace tiempo todos los ciudadanos estamos incorporados a la aplicación de las leyes tributarias, registrados o no ante el Sistema de Administración Tributaria “SAT”. Como este hay varios temas de la mayor relevancia que resultan imprescindibles de revisión y, en su caso, corrección por parte de los integrantes de la Comisión de Hacienda en San Lázaro. Los mismos están más que obligados a leer y releer la propuesta del paquete económico enviada por el ejecutivo cuantas veces sea necesario y, en su caso, corregirla, modificarla. Sobre todo aquella que tiene que ver con el Código Fiscal de la Federación. Que pregunten si no entienden y consulten a quien si sabe y conoce los vericuetos, así como las palabras clave en el articulado del código referido. ¿Y usted, cómo la ve? Politólogo.
El lunes 12 de octubre -en su columna editorial- el analista de deportes Carlos Albert, en “Juego Limpio” (diario “La Afición”) escribió que “la calificación al Mundial, demuestra que ese circo de muchas pistas, llamado fútbol profesional, sirve como escudo de nuestros corazones y es el paño de lágrimas por excelencia del pueblo cuando no hay más de dónde agarrarse, (…) una vez más el futbol sirve de escape y distracción, aunque sea momentáneamente, a un pueblo asustado ante su presente desesperanzador y su futuro incierto y preocupante… ¡sí se puede!, era el grito antes del sábado 10 de octubre…. ¡sí se pudo!, el utilizado después de conseguido el pase al Mundial….millones de mexicanos gritaron al término del juego, millones sintieron que la esperanza existe aunque sea en ese renglón que sienten tan suyo… alguien finalmente llegó a darles un aliento de esperanza y alegría en medio de sus preocupaciones más profundas. Qué importa que no tengan pan…. Si tienen circo, al gobierno le viene de perlas que el fútbol mantenga esa ilusión, pasaremos 240 días más hablando del TRI, de sus posibilidades, de los probables cambios en la lista de jugadores, del grupo mundialista que nos tocará, etc. Qué importa que nos aumenten los impuestos, que no se tenga acceso a la educación ni a la salud elemental…”
Y mientras el sábado por la noche la gente celebraba el triunfo de la Selección Mexicana de fútbol y su pase al Mundial, el Ejército y la Policía Federal tomaban las instalaciones de la Compañía de Luz para desaparecerla argumentando que el servicio eléctrico de ninguna manera se privatizará, aunque nadie desde el gobierno advierte a la opinión pública sobre las concesiones que ya se operan en la Comisión Federal de Electricidad respecto al substancioso negocio del “triple play”, a través de la fibra óptica de compañía de Luz y Fuerza del Centro, el cual, para variar será concesionado a los mismos particulares (ex funcionarios foxistas) y por medio del cual la misma empresa se habría alejado de la quiebra. Y aunque las reacciones del sindicato y muchas fuerzas políticas del país son de pronóstico reservado, entretelones, siniestramente, aprovechando la cortina de humo gubernamental la aprobación del paquete económico para 2010 avanza. Lo lamentable de ello no es que avance. Lo lamentable es que en la propuesta de reformas al Código Fiscal de la Federación diversos especialistas, entre ellos el fiscalista Alejandro Ponce -de Puebla- vaticina el riesgo que representa para todos los mexicanos que todavía poseen bienes. Al respecto, Ponce nos advierte: “La reforma más grave para el 2010, que afecta a todos los contribuyentes (personas físicas que tienen actividad económica, es decir, que tienen bienes y manejan dinero), estén inscritos o no en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), y que persigue privar de su patrimonio a los mexicanos que todavía tienen bienes, es la que se encuentra escondida en el Código Fiscal de la Federación (CFF)” (…) “La excesiva carga tributaria que se impone a los contribuyentes, aunada a su reducida capacidad económica, los obligará a incurrir en incumplimientos, que parece ser la verdadera intención de la reforma, ocurrido lo cual las autoridades ya tendrán pretexto para privarlos de su patrimonio, lo que además podrán hacer de la noche a la mañana, sin que los contribuyentes puedan evitarlo, pues no tienen medios de defensa que con eficacia los protejan, aparte de que con toda facilidad la autoridad les podrá tipificar la probable comisión de los delitos de defraudación fiscal y equiparables, por lo que cuando lo decidan, también podrán privarlos de su libertad.” Ponce advierte que si se aprueban inconscientemente las propuestas económicas del ejecutivo “en los próximos años muchos mexicanos perderán su patrimonio, especialmente sus inmuebles, lo cual no será en beneficio del Fisco, ni del gasto público, ni del gasto social a favor de los que menos tienen, ni de la inversión productiva, ya que los verdaderos ganadores serán los dueños del gran capital, sobre todo mundial (que son quienes promueven esta reforma fiscal), que los adquirirán a precios irrisorios, tarea en la cual jugará un papel estelar el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes del Sector Público (SAE), que desde 2005 es el encargado de enajenar los bienes asegurados o embargados por el Fisco.”
Los legisladores no deben pasar desapercibido que con la propuesta del ejecutivo la base gravable es del 100 por ciento, en virtud de que desde hace tiempo todos los ciudadanos estamos incorporados a la aplicación de las leyes tributarias, registrados o no ante el Sistema de Administración Tributaria “SAT”. Como este hay varios temas de la mayor relevancia que resultan imprescindibles de revisión y, en su caso, corrección por parte de los integrantes de la Comisión de Hacienda en San Lázaro. Los mismos están más que obligados a leer y releer la propuesta del paquete económico enviada por el ejecutivo cuantas veces sea necesario y, en su caso, corregirla, modificarla. Sobre todo aquella que tiene que ver con el Código Fiscal de la Federación. Que pregunten si no entienden y consulten a quien si sabe y conoce los vericuetos, así como las palabras clave en el articulado del código referido. ¿Y usted, cómo la ve? Politólogo.
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