Por: José Martínez M.
México, D. F., a 15 de junio de 2011.- A Pues sí, el consentido del profesor Carlos Hank González y el gran amigo de Enrique Peña Nieto quedó libre. Tan pronto como llegó a su casa seguramente bebió su caballito de tequila con tres penes (león, tigre y perro), ginseng, víbora de cascabel, cuervo de venado, bilis de oso y alacranes. Ahí, en su insultante residencia del hipódromo de Tijuana, festejó con los suyos, su familia y sus pistoleros, por supuesto. Quedó claro que es intocable. Y su fortuna demostró que donde hay dinero hay dinastía. Su detención pasará a la anécdota, sin duda alguna, lo agarraron como al Tigre de Santa Julia, en calzones, pero el junior, el hijo de papi regresó a casa a seguir disfrutando de la vida loca.
Ernesto Villanueva renunció a la dirección del Centro de Investigaciones Jurídicas de la UDLAP por la intolerancia del Rector Luis Ernesto Derbez.
Es indudable que Jorge Hank Rhon ha eludido una vez más la justicia. Qué pena, qué vergüenza. El gobierno de Felipe Calderón ha hecho una vez más el ridículo. Y aún peor: sólo falta que Calderón ahora le pida perdón. El gobierno de los panistas no tiene remedio, sólo expuso al ridículo a las fuerzas armadas. Tenía mucha razón Nelson Vargas, de veras, “los políticos no tienen madre” y “si no pueden renuncien”, como dijo Alejandro Martí en la cumbre de seguridad nacional.
Cómo me gustaría tener enfrente a Jorge Hank Rhon para cuestionarlo, para confrontarlo sobre los asesinatos de mis ex compañeros Héctor Félix Miranda y Francisco Ortiz Franco. No me cabe la menor duda que Jorge Hank Rhon es un asesino con corchete de impunidad. Ese es el poder del dinero y de las verdaderas mafias del añejo sistema político que todavía controlan el país, a lo que suma la ineptitud de los gobiernos panistas, el federal y el estatal de Baja California.
Desde luego que existen elementos para castigar a Jorge Hank Rhon, pero no hay voluntad política, hay muchos expedientes sobre las actividades criminales de este personaje, pero jamás han agotado las mínimas líneas de investigación. Si Jorge Hank se atreviera a poner un pie en territorio estadounidense, segurísimo que terminaría en la cárcel, allá lo tienen bien fichado, por lo menos hay más de 20 averiguaciones en contra de él, muchas de ellas ya las he documentado con números de expedientes y nombres de los agentes y fiscales encargados de los casos por las agencias estadounidenses. En México existen también numerosas denuncias sobre las atrocidades de este individuo, pero aquí está bien amparado bajo el influjo de su inconmensurable poder económico y su partido, el PRI.
Jorge Hank se zafó de los cargos por presuntos homicidios que le imputaba el gobierno de Baja California, luego de que la novena jueza de Distrito, Blanca Evelia Parra Meza lo dejará salir libre de cargos por los delitos que lo acusaba la Procuraduría General de la República, según la causa penal 224/2011 que se seguía en su contra por presunta violación de la Ley Federal de Armas y Explosivos, en su modalidad de acopio de armas.
A Hank Rhon lo acusaban de ser dueño de un par de armas con los que se cometieron dos homicidios. Incluso se habló de un testigo que lo señalaba de ser autor intelectual del crimen de Angélica María Muñoz Cervantes, la novia de uno de sus hijos, Sergio Hank Krauss. Pero también esa acusación era endeble, en todo caso su hijo Sergio es quien debería de rendir cuentas ante la justicia, porque él es el principal sospechoso de ese homicidio ocurrido en agosto de 2009. Pero bueno, esa es otra historia de impunidad.
Sin ir más lejos, ahí está el expediente del asesinato de Héctor Félix Miranda. Habría que comenzar por recordar lo que establece el código penal de Baja California. Los homicidios calificados prescriben a los 30 años, al sancionarse éstos con una pena de 20 a 50 años de prisión. Los autores materiales Antonio Vera Palestina y Victoriano Medina Moreno fueron sentenciados a 27 años de cárcel, no así los autores intelectuales que son Jorge Hank Rhon y su socio Alberto Murguía Orozco.
En el año 2004 el gobierno de Vicente Fox accedió a la exigencia de la Sociedad Interamericana de Prensa y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para revisar el expediente criminal del caso Félix Miranda, una vez aprobada la solicitud, el periodista Francisco Ortiz Franco, coeditor del semanario ZETA emprendió la primeras tareas de revisión de las 14 mil fojas de dicho expediente, pero fue asesinado el 22 de junio de ese mismo año por pistoleros del cártel de los Arellano Félix, identificados con Jorge Hank Rhon.
El temor de Jorge Hank Rhon siempre ha sido que lo investiguen por el crimen de Félix Miranda. El sabe que junto con su amigo íntimo Alberto Murguía Orozco son los autores intelectuales.
Su ya fallecido padre, el profesor Carlos Hank González hizo todo lo posible para que no lo investigaran y procesaran. Infructuosamente el Profesor trató de sobornar al director del ZETA Jesús Blancornelas. Le ofreció un castillo en Europa y millones de dólares. Blancornelas lo denunció. El vocero del presidente Miguel de la Madrid, Manuel Alonso Muñoz operó junto con el publirrelacionista del Profesor, Carlos Argüelles –quien fue junto con Carlos Hank González hasta Tijuana– a persuadir a Blancornelas. Nada Lograron.
Fue Carlos Salinas de Gortari quien maniobró junto con el Profesor Hank para que el gobernador panista Ernesto Ruffo Appel se hiciera de la vista gorda y luego otro gobernador panista, el inefable Héctor Terán Terán, diera por “cerrado” el caso. Sin embargo, jurídicamente el expediente está en reserva. Falta procesar a los autores intelectuales. El móvil ya se sabe, fueron las supuestas “ofensas” de Félix Miranda a Jorge Hank Rhon las que provocaron el asesinato de Félix Miranda, según declaró el pistolero de Jorge Hank Rhon, Antonio Vera Palestina.
Ahora bien, si este delito no ha prescrito como lo tipifica el código penal de Baja California, y si ahora como antes existían pruebas de que había armas bajo la custodia y posesión de Jorge Hank Rhon y éstas estaban vinculadas a un par de crímenes, pues habría que revisar el expediente del homicidio de Félix Miranda para ver si es necesario reabrir este caso y castigar a los autores intelectuales.
Si el gobierno del presidente Felipe Calderón, y él mismo en lo personal, afirman que están empeñados en combatir a los criminales, aquí tienen está magnífica oportunidad. De qué sirve gastar miles de millones de pesos del presupuesto y cientos de millones de dólares de ayuda de Estados Unidos y ofrendar la valiosa vida de cientos de militares y agentes federales en combatir al crimen, si nos salen con estas mamarrachadas, para no llamarles de otro forma.
Ya lo dijeron Nelson Vargas y Alejandro Martí, “de veras los políticos no tienen madre” y “si no pueden mejor renuncien”.
* José Martínez M., periodista y escritor, es autor, entre otros libros, del libro Las enseñanzas del profesor. Indagación de Carlos Hank González. Lecciones de poder, impunidad y corrupción, editorial Océano.
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