lunes, 13 de agosto de 2012

Columna


Reflexiones
Por Francisco Alfaro Ramírez

LOS IMPUESTOS QUE VIENEN

Nuevo gobierno, nuevos impuestos. Para cumplir con los famosos compromisos hechos en campaña será necesario realizar modificaciones hacendarias para poder hacer nuevos cobros o aumento de los impuestos, la lógica plantea que para realizar algo, debe de haber un con qué, ese con qué, no sale de quien no produce nada, es decir del gobierno, sino que ha de salir de los trabajadores, de empleados, de los campesinos y demás trabajadores, hoy se observa que una tercera parte de la población sobrevive gracias al comercio informal, la informalidad ha sido fomentada por la ineficacia de los gobiernos para poder generar los medios para el desarrollo económico, lo cual se lograría por medio de apoyos para la generación de industrias de la transformación entre otras muchas cosas.

Los aumentos de impuestos están cerca, aumento en los cobros de luz, agua, predio, aumento en las gasolinas, aumento en el IVA, esto último con el fin de hacer un cobro colectivo, para poder acaparar y seguir viviendo con sus lujos.

Justificando los cobros y el aumento de los impuestos con la evasión fiscal que hacen los comerciantes informales, así el dinero seguirá fluyendo del pueblo hacia los gobiernos, otra manera de hacer los cobros, será lo hecho mañosamente en el Distrito Federal, donde los aumentos, son llamados adecuaciones, lo que hace que una propiedad tenga mayor valor, según estos gobernantes, también se elimina la palabra  impuestos cambiándola por refrendos, lo que significa que se seguirá cobrando el impuesto con otro nombre.

Así que no esperemos cosa distinta a lo que los gobiernos vienen haciendo constantemente, repartiendo parte de lo recolectado, derrochando y administrando la pobreza para poder cobrar con votos y manteniendo el poder.

Los gobiernos viven del cobro de impuestos, ellos deciden cuando, donde y a quien le harán obras, que en ocasiones tienden a ser obras de lucimiento, así que lo necesario o útil quedará para después, el agua seguirá escaseando, las inundaciones con lluvias atípicas continuaran, los embotellamientos que tanta gasolina consumen, que tanta contaminación producen, que tanto estrés provoca seguirán, la falta de empleos se mantendrá, la falta de oportunidades será una constante, la educación seguirá siendo controlada por grupos que se benefician con su estado actual y la corrupción seguirá siendo el cáncer que consume a la nación, es decir al pueblo.

Así que para poder llevar a cabo obras simples como las que se han propuesto en la campaña por el poder, se deberán de cobrar impuestos y ampliarlos a quienes constantemente los pagamos. No esperemos menos de estos gobiernos, pues de alguna manera pagaremos las obras que nos prometieron, sus lujos, sus viajes, sus vacaciones, sus guardaespaldas, sus lambiscones, asesores, borracheras, coches, mansiones y lo demás que necesitan para vivir de modo distinto a quien vive de su trabajo y esfuerzo, todo gracias a nuestros impuestos.    

No importará que las necesidades de la población la lleve a la perpetua violencia, que los grupos vulnerables sigan en el abandono, que no se resuelvan los crímenes, que la injusticia sea el pan nuestro de cada día, que el narcotráfico siga manteniendo el control sobre muchas zonas del país, que se mantenga la fuga de cerebros, que los contingentes sigan en perpetua protesta por la falta de soluciones a los problemas no resueltos por la ineptitud gubernamental, seguirá el campo abandonado, es decir la vida seguirá sin cambios, sin oportunidades para los que menos tienen, pero los impuestos se seguirán cobrando sin importar quien gobierne y en que se ocupen.

No hay alternativa, obras hechas con tu dinero, gobiernos derrochando y viviendo de tú dinero, tan ineficaces como siempre, tan saqueadores como siempre, pero con alguien que lo permite, que somos tú y yo, pues no les exigimos eficacia, ni cuentas, ni que hagan de su actividad una labor profesional y eficaz.

Quedan varia preguntas que nos podemos hacer, ¿Vale la pena gastar nuestros impuestos en gobernantes ineptos? ¿Seremos capaces de realizar nuestro trabajo como profesionales o seremos igual que nuestros gobernantes?

Por supuesto tú tienes la mejor opinión.