CANDIDATURAS CIUDADANAS, TODAVÍA LEJOS DEL PODER
En su último tramo de labores, legisladores federales
consideran las candidaturas independientes como una victoria para la sociedad
participativa, pero tanto en el papel como en los hechos falta mucho tramo para
que este modelo avance
Por Juan Manuel Coronel / Luces del Siglo
Cancún, Qna. Roo., a 16 de agosto de 2012.- Cualquier
ciudadano que quisiera competir por un puesto público, se encontraría con una
muralla. No existe una ley secundaria o algún cambio en el Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) que estipule los requisitos
que debe contar un candidato independiente, tampoco si se le asignarán o no
recursos, cómo se llevará la campaña, la fiscalización; el limbo absoluto.
Según los especialistas consultados, las candidaturas
independientes fueron abandonadas en un vacío legal, desprovistas de
legislaciones que regulen su acceso a medios de comunicación, a obtener
recursos para una campaña y sin poder aplicarse en los estados de la república.
Este modelo hace evidente que el terreno sea árido y hostil para la
participación ciudadana al márgen de los partidos políticos.
Por lo mismo, el Consejo General del Instituto Federal
Electoral, IFE, declaró improcedentes las 56 solicitudes de registro como
candidatos a la presidencia, igual que las tres candidaturas a senadores y las
veinticuatro que buscaban una diputación federal en el pasado proceso electoral
federal 2011-2012.
Ivonne Acuña Murillo, académica de Ciencias Sociales y
Políticas de la Universidad Iberoamericana, asegura que la propuesta es débil.
“Todo está en el aire. Un candidato ciudadano no tiene las
mismas posibilidades de aquellos que están inscritos a un partido. Un ciudadano
no puede competir contra la estructura del partido. La intención es buena, pero
está muy débil. Hay muy pocas posibilidades de que un candidato en esas
condiciones llegara al poder”, explica.
Las candidaturas ciudadanas son una contrariedad jurídica.
La constitución mexicana estipula en su artículo 35 que todos los ciudadanos
podrán votar y ser votados para cargos de elección.
Pero el artículo 218 del Cofipe señala: "Corresponde
exclusivamente a los partidos políticos nacionales el derecho de solicitar el
registro de candidatos a cargos de elección popular". Es decir, el derecho
es coartado por la misma ley.
Políticos y especialistas señalan que con esto apenas se
cuenta con las bases para la reglamentación en la ley secundaria de las
candidaturas independientes.
Fruto de una reforma política aprobada por la Cámara de
Diputados y promulgada la semana pasada por el presidente Felipe Calderón, las
candidaturas ciudadanas minan el poder de los partidos políticos y exigen una
reestructuración del esquema político nacional. Un giro completo a más de medio
siglo de historia electoral.
Sin embargo, el Congreso dejó una reforma que para muchos
actores políticos es inconclusa. En la discusión quedó fuera el eliminar o
disminuir los candidatos plurinominales y la reelección de gobernantes y
legisladores. Del otro lado, la consulta popular y la iniciativa ciudadana
están fuera de los alcances reales de la sociedad.
El gran abismo está en cómo lograr una candidatura
independiente. Durante el Foro La Reforma Política, Cambio Estructural de la
Vida Social en México, realizado por la Cámara de Diputados en 2011, el
consejero del Instituto Federal Electoral, Marco Antonio Baños Martínez analizó
que el dictamen no concretaba los cambios en Cofipe ni en el IFE.
“Los tiempos en radio y televisión están claramente
establecidos para ser distribuidos entre partidos o coaliciones, según
corresponda. El IFE y el Tribunal Electoral asignan los tiempos en radio y
televisión a partidos, no a personas”, cuestiona.
Jorge Alcocer Villanueva, ex diputado federal, y actual
coordinador del Centro de Estudios para un Proyecto Nacional Alternativo, SC.,
asegura que la cuestión de los requisitos se ha querido discutir.
“Estos aspectos no se han querido analizar, porque nos hemos
ido con la algarabía de decir: vengan los independientes, van a ser fabulosos;
yo la verdad creo que no nos van a resolver nada. Hay que hacerlo para que los
partidos se fortalezcan, mejor dicho, se transformen, pero esos temas hay que
discutirlos.
Aunque se pronuncia a favor de los candidatos
independientes, reprueba que se requerirían casi 4 mil millones de pesos
adicionales para financiar las campañas de cada candidato ciudadano.
Considerando que tenemos una de las democracias más caras
del mundo, las candidaturas ciudadanas serían un peso más que cubrir con el
presupuesto.
La académica de la Ibero, Ivonne Acuña Murillo, no ve
recuperación del gasto que se destinaría a las candidaturas ciudadanas, porque
los aspirantes no van a llegar a ningún lado, lo mismo que ocurre con los
partidos pequeños.
“Habría que remodelar el sistema electoral para darle
viabilidad para que las candidaturas tengan un sustento y signifiquen una
posibilidad de acceso al poder, de lo contrario, se va a seguir desperdiciando
el presupuesto”, apuntala.
Juan Caballero Coral, especialista en temas jurídicos y ex
Consejero de la Judicatura del Poder Judicial de Quintana Roo en 2004, asegura
que el ritmo de las reformas es lento.
Pone de ejemplo que en 1917 el logro de la Revolución
Mexicana fue el artículo 123 que norma la cuestión laboral, pero la ley reglamentaria
de este artículo, la Ley Federal del Trabajo, se concretó en 1931, es decir
pasaron 14 años. “En este caso de las candidaturas independientes seguro
ocurrirá así, espero no tarde tantos años”.
Cártel de partidos
Nuestra democracia está marcada por el desinterés y la
desconfianza con los partidos políticos. En cifras, el 81.73 por ciento de los
mexicanos manifiesta un interés nulo o moderado por la política según datos del
Conacyt.
Esto refleja el deterioro en la valoración social de los partidos
políticos. Los órganos políticos son la base de nuestra democracia, sin
embargo, se han hecho grupos cerrados sujetos al control de sus dirigentes que
deciden sus asuntos sin consultar a la ciudadanía.
Se han realizado cambios legales para propiciar la
democracia interna y la apertura de los partidos a la participación de la
ciudadanía en sus procesos de selección de candidatos, lo cierto es que en la
percepción social existe un círculo de desconfianza.
En el foro de discusión de la Reforma Política, Manuel
Bartlett Díaz puso énfasis en el tema.
“En México los partidos son controlados por unas cuantas
personas. Entonces si unas cuantas personas son los que controlan los partidos
políticos, ¿quiénes van a ser los candidatos independientes, cuáles van a ser
las iniciativas? Los partidos van a estar en esta relación, que termina siendo
un partido cártel”, refiere.
El catedrático Diego Valadés, en su estudio Problemas
Jurídicos de las Precampañas y las Candidaturas Independientes señala que es un
hecho que este modelo incrementará el deterioro de la imagen de los partidos.
Además, al debilitar a los partidos se termina con el
sistema representativo. Esto, según el profesor del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, provocaría un retroceso a las viejas
fórmulas personalistas y autoritarias que caracterizaron la política mexicana
del siglo XIX. Entiéndase por caudillismos y dictaduras.
Diego Valadés escribe que los partidos le dan la mínima
certidumbre al ciudadano de saber que si el candidato les falla podrán dar su
voto de castigo contra el partido, y entonces, no podrán volver a tomar el
cargo.
Sin embargo, con las candidaturas independientes no podrá
ocurrir eso. Los ciudadanos no tienen ningún postulado al cuál adherirse y
aquellos que votan por él no tienen forma de exigirle rendición de cuentas.
Por su parte, Acuña Murillo considera que falta mucho camino
para que los candidatos independientes pongan en peligro a los partidos.
“Para poner en riesgo un sistema partidista, que aunque está
en crisis, se necesita una ciudadanía consolidada, tener personas informadas
participando para que un candidato independiente logre poner en riesgo a los
candidatos de los partidos”, explica.
La nueva legislatura deberá comenzar por temas más urgentes
que este modelo de elección, ahora que Enrique Peña Nieto es presidente. La
especialista de la Ibero considera que se necesitará un pacto de gobernabilidad
y después las reformas estructurales.
“Para darle el poder a la ciudadanía no basta con darle la
posibilidad de lanzar a un candidato. Más bien se necesita la revocación de
mandato, el referéndum el plebiscito, figuras que nos hablarían que los
políticos están interesados dar más participación a los ciudadanos”, concluye.
Caballos de Troya
En 2010 la dirigente del PRI, Beatriz Paredes, manifestó que
su bancada no aprobaría las candidaturas independientes debido a la influencia
acrecentada de los poderes fácticos y al inusitado hiperactivismo de los grupos
de ultraderecha.
Finalmente, fueron aprobadas, pero la discordia orilló a que
se hiciese sólo en las candidaturas a la presidencia, dejando fuera a los
estados.
Es una realidad que el crimen organizado y los grupos de
poder económico ven a las candidaturas independientes como un buen modelo para
buscar ingresar al gobierno y así asegurar sus intereses.
José Rolda Xopa, investigador nacional nivel uno del Sistema
Nacional de Investigadores del Conacyt, asegura que en el dictamen aprobado en
el Congreso no se aclara qué ocurriría con las candidaturas si son financiadas
con recursos privados.
Eso implicaría que los candidatos serían representantes de
intereses de los grupos económicos, del crimen organizado o de quien pueda
pagar una candidatura ciudadana.
La candidatura ciudadana debe permitirse, pero prohibiendo
el financiamiento privado y estableciéndose además una profunda reforma a la
Ley de Radio y Televisión, a las reglas que actualmente están previstas en el
Cofipe en materia de radio y televisión, para que el candidato ciudadano no
vaya a ser también una correa de transmisión de la televisión y la radio.
Casos de candidaturas independientes rechazadas
2001. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación confirmó la resolución de las autoridades electorales de Michoacán
que le negaron el registro a Manuel Guillén Monzón como candidato independiente
a Gobernador.
2003. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación confirmó la resolución de las autoridades electorales del Estado de
México que negaron el registro como candidatos independientes a presidentes
municipales a Gilberto Rocha (Ixtapaluca), Eugenia Alaniz (Atizapán) y Arturo
Noguez (Villa Nicolás Romero).
2003. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación desechó por extemporáneo el recurso de Óscar Flores Rabadán y
Eduardo Fernando López Castillo, que pretendían ser candidatos independientes a
diputados locales en Morelos.
2003. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación declaró improcedente y desechó el recurso de Valentín Pobedano Arce,
quien ostentó como candidato independiente, en contra del resultado de la elección
de presidente municipal en Temixco, Morelos.
2004. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación rechazó el presunto triunfo del candidato independiente José
Hernández Mendoza en el municipio Las Vigas de Ramírez, Veracruz.
2005. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación confirmó la negativa de las autoridades del Estado de México a
recibir el registro de Mauricio Miguel Ángel Valdés Rodríguez como candidato a
gobernador independiente.
2005. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación rechazó, igual que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a
Jorge Castañedaque pretendía su registro como candidato a la Presidencia de la
República. El caso Castañeda llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.
2012. La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación (TEPJF) confirmó la decisión del IFE de negar la
candidatura presidencial ciudadana a Manuel Clouthier Carrillo. Cuando el PAN
coartó sus aspiraciones, se amparó en la reciente reforma constitucional en
materia de derechos humanos, que entró en vigor en 2011. Aún así, no pudo hacer
prosperar su caso.
Candidatos internacionales
Las candidaturas ciudadanas son aceptadas en varios países,
aunque si bien no han llegado a niveles altos como ser presidentes de su
nación, sí han logrado ocupar espacios en sus respectivos parlamentos, además
de una influencia considerable.
En España, sobre todo en el ámbito municipal, suelen
aparecer candidaturas con la denominación de independientes o independiente, es
decir, al margen de los dos grandes partidos: PSOE o PP, y llegan a usar
diferentes siglas de las agrupaciones que se conforman para arropar al
candidato; en Australia, aunque rara vez son elegidos para el Parlamento
Federal, aunque son más comúnmente elegidos para los parlamentos estatales.
Entre los más conocidos se encuentran Brian Harradine y Nick Jenofonte; en
Canadá, está el caso de Chuck Cadman. Sólo en estados Unidos se ha logrado
colar a las elecciones presidenciales un solo candidato independiente, fue en
los comicios presidenciales de 2004, en la figura de Ralph Nader.